Lo hizo el secretario de Atención Primaria a la Salud debido al avance de las variantes de Manaos y de Río de Janeiro. Son mucho más agresivas para las mujeres que cursan el primer y segundo trimestre de gestación.
La situación parece desbordarse en Brasil. Crecen las muertes de niños debido a las peligrosas variantes de Manaos y de Río de Janeiro, debido en parte a las condiciones precarias de vida de los chicos, el poco acceso a la atención médica y el hacinamiento en los hogares de las familias más carenciadas. Hasta ahora, se registraron los fallecimientos de más de 850 chicos (incluidos 518 bebés menores de un año), aunque expertos creen que la cifra sería mucho mayor.
La cepa P.1 de Manaos es mucho más contagiosa y letal que la versión original del SARS-CoV-2. A eso, hay que agregarle que el presidente Jair Bolsonaro se rehúsa a los encierros estrictos y la gente se moviliza con absoluta normalidad: en marzo murió el doble de personas que en cualquier otro mes de la pandemia y la tendencia al alza continúa. En paralelo, la población se relajó en lugar de endurecer las medidas preventivas y el plan de vacunación es lento en comparación con otros países latinoamericanos.
Debido a todo lo anterior, fue el secretario de Atención Primaria a la Salud de Brasil, Raphael Camera, quien les pidió públicamente a las mujeres brasileñas que pospongan la idea de quedar embarazadas por ahora ya que las variantes de Manaos y Río de Janeiro son muchísimo más agresivas para las mujeres que cursan el primer y segundo trimestre de gestación.
“De ser posible, (las mujeres deberían) posponer el embarazo para un mejor momento, para que ellas puedan tener un embarazo más tranquilo. No podemos decirle esto a las que tienen 42 o 43 años, claro, pero para una joven que puede, lo mejor es esperar un poco”, afirmó el funcionario en conferencia de prensa.
Brasil ocupa el tercer lugar después de Estados Unidos e India en contagios de COVID-19, con 368.749 muertes y más de 13,8 millones de casos, según la Universidad Johns Hopkins. Las ciudades de todo el país se han visto muy afectadas por el aumento reciente de muertes, provocado en gran parte por las nuevas variantes, las cuales se cree que son más contagiosas, así como por el rechazo de algunos brasileños a seguir los lineamientos de distanciamiento social.
Para algunos expertos, el país va por un sendero peor debido a la pasividad en la toma de medidas políticas que contribuyan a frenar la propagación del virus. Para ellos, respuestas “rápidas y equitativas” del gobierno federal podrían haber ayudado a contener el brote y a proteger a los más vulnerables, pero los líderes no lo han logrado y siguen fallando”.
Por su parte, un equipo dirigido por Marcia Castro de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard junto a expertos de la Universidad de Sao Paulo y otros, presentaron un informe que fue publicado en la revista Science, en el que sostuvieron: “En Brasil, la respuesta federal ha sido una combinación peligrosa de inacción e irregularidades, incluida la promoción de la cloroquina como tratamiento a pesar de la falta de evidencia científica”.
“Sin una acción inmediata, la caótica situación de Manaos podría ser un adelanto de lo que está por suceder en otras localidades de Brasil”, advirtió el equipo. A menos que el gobierno tome medidas inmediatamente, lleve a cabo acciones de vigilancia epidemiológica y genómica y aumente las vacunas, la propagación de las variantes de coronavirus probablemente conducirá a una “pérdida inimaginable de vidas”.
En tanto, Camera señaló que el Ministerio de Salud de Brasil investiga el impacto negativo de las nuevas variantes en las mujeres embarazadas: “No tenemos un estudio nacional ni internacional, pero la visión clínica de los expertos muestra que la nueva variante tiene un impacto más agresivo en las mujeres embarazadas. Antes, la gravedad estaba relacionada con el final del embarazo, pero ahora los médicos ven una evolución más grave durante el segundo trimestre e incluso en el primero”.
Mientras tanto, los asesores de vacunación del Reino Unido dijeron que a las mujeres embarazadas de cualquier edad en el país se les puede ofrecer las vacunas de Pfizer/BioNTech o Moderna. “Aunque los ensayos clínicos sobre el uso de las vacunas contra el COVID-19 durante el embarazo no están avanzados, los datos disponibles no muestran ningún daño en el proceso de gestación. Por lo tanto, el JCVI (el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización) ha recomendado que a las mujeres embarazadas se les ofrezca la vacuna según su edad y grupo de riesgo clínico”, indicó la guía.
A su vez, señalaron: “Ahora existe una amplia experiencia de seguimiento poscomercialización del uso de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna en EE.UU. sin señales relevantes para la seguridad. Estas vacunas son, por lo tanto, las preferidas para ofrecer a las mujeres embarazadas”.