El Capitolio de Estados Unidos fue cerrado y se pidió a las personas en su interior que se alejen de las ventanas después de que un hombre atropellara con su vehículo a dos agentes que custodiaban el edifico y muriera pocas horas más tarde baleado por la policía, en un episodio que demandó la intervención del FBI y la Guardia Nacional.
El sospechoso salió del vehículo tras el impacto con la barrera que separa al edificio de la calle blandiendo un cuchillo, momento en el que los agentes le dispararon.
Al ser detenido, el ocupante del vehículo estaba consciente y fue trasladado al hospital, donde falleció poco después.
Los dos agentes heridos, al menos uno de ellos por arma blanca, también fueron llevados al hospital.
El hecho, aún en plena investigación, generó un masivo despliegue de seguridad en las inmediaciones del Capitolio que incluyó a integrantes del FBI y la Guardia Nacional, además de la policía que periódicamente se desempeña en el lugar.
Con motivo de las vacaciones de primavera, la gran parte de los congresistas estadounidenses no se encontraban dentro de las instalaciones.
“Existe la sensación de que ahora ir a trabajar es algo que se ha vuelto peligroso. Es muy triste”, lamentó el representante demócrata por California Rohit Khanna, quien poco antes del suceso había salido de las oficinas del Capitolio.
Hubo disparos cerca del edificio luego de que un automóvil se lanzó contra la barricada que lo separa de la calle y en la que se encontraban dos policías. Uno de los agentes está grave.
“La USCP (policía del Capitolio de Estados Unidos) responde al punto de acceso de vehículos de la Barrera Norte, a lo largo de la Avenida Independencia, por reportes de que alguien dirigió un vehículo contra dos oficiales. Un sospechoso está bajo custodia. Los dos oficiales se encuentran heridos. Los tres han sido llevados al hospital”, señaló la institución en un comunicado.
La USCP también confirmó que tanto el sospechoso detenido como ambos oficiales “resultaron heridos”.