Según los números de CICCRA, el volumen absorbido por el mercado interno habría descendido a 527.300 toneladas res con hueso entre enero, febrero y marzo.
La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) dio a conocer su informe correspondiente a marzo de este año en el cual analiza la actividad del sector bovino, que evidencia una situación cuanto menos complicada del consumo interno argentino.
Yendo a los números, en el primer trimestre del año el volumen absorbido por el mercado interno habría descendido a 527.300 toneladas res con hueso, con un promedio mensual de 175.800 toneladas.
Esto marca una caída interanual del 4,3%, ubicando al primer trimestre de 2021 como el consumo más bajo de los últimos dieciocho años.
“Hay que remontarse hasta enero-marzo de 2003, cuando la economía argentina comenzaba a recuperarse de la crisis de 2001-2002, para encontrar un promedio mensual inferior”, destacan los economistas de CICCRA.
La principal razón que explica esta situación de contracción de la demanda de carne vacuna registrada en
los últimos tres años, y según la visión de la Cámara, “es la continua retracción del poder adquisitivo de las familias y el mayor nivel de desocupación”.
Un apartado aparte merece el cambio de hábito de consumo y las consecuencias generadas a nivel local producto de la pandemia mundial del coronavirus, siendo el primero una tendencia leve pero importante, y donde la segunda generó mayores inconvenientes.
La pandemia, pero sobre todo el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio de 2020 en adelante, generó que muchas carnicerías se encuentren cerradas o abiertas de forma parcial, complicando así el punto de venta más importante que tiene la Argentina.