Científicos brasileños detectaron en Belo Horizonte y en la región metropolitana una nueva variante del coronavirus, en medio de la desbordada situación sanitaria que atraviesa el país ante el aumento de casos y muertos por COVID-19.
Según informaron los especialistas, esta nueva cepa contiene una combinación de 18 mutaciones, algunas de ellas compartidas con las variantes brasileñas P1 (Manaos) y P2 (Río de Janeiro), así como con la sudafricana (B.1.1.351) y la británica (B.1.1.7).
La nueva variante fue descubierta por el Laboratorio de Biología Integrativa del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y por el Sector de Investigación y Desarrollo del Grupo Pardini, en colaboración con el Laboratorio de Virología Molecular de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y el Ayuntamiento de Belo Horizonte.
Este descubrimiento preocupa aún más a las autoridades, debido a que todas esas cepas han demostrado ser más infecciosas y agresivas que la original.
“Recientemente, se ha demostrado que la variante del Reino Unido, por ejemplo, está asociada a un mayor riesgo de muerte en un 60%. Es muy preocupante la variante P.1 de Manaos, y también esta nueva variante que estamos identificando ahora, porque tienen mutaciones en las mismas regiones que la del Reino Unido. Puede ser que algunas de estas variantes estén asociadas al aumento de casos graves que estamos observando en todo el país”, indicó Renato Santana, virólogo de la UFMG.
Los dos genomas están en muestras recogidas el 27 y 28 de febrero de 2021, pero por el momento, no hay evidencias de ninguna conexión entre ellos.
Un prestigioso instituto de investigación brasileño advirtió que el virus Sars-CoV-2 “permanece en circulación intensa en todo el país” y que sin el “remedio amargo” de las medidas de confinamiento, “la pandemia puede permanecer en niveles críticos en abril”.
La Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), dependiente del Ministerio de Salud, indicó en un Boletín Extraordinario publicado el martes por la noche: “Las medidas de bloqueo (lockdown) constituyen un remedio amargo, pero son absolutamente necesarias en momentos de crisis y colapso del sistema de salud como el que actualmente vive el país, a fin de evitar más muertes”.
El informe estudia las tendencias de la pandemia durante la semana del 28 de marzo al 3 de abril, cuando se registraron por primera vez días con más de 3.000 muertos y antes de que el martes 6 se reportaran más de 4.000 decesos.
En 24 de los 27 estados, la ocupación de camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) está en “niveles críticos”. .
La tasa de propagación del virus indica que este “permanece en circulación intensa en todo el país” y el conjunto de indicadores “muestran que la pandemia puede permanecer en niveles críticos a lo largo de abril”, agregó.