Cuatro personas, entre ellas un niño, murieron a manos de un hombre que abrió fuego en un edificio de oficinas en la ciudad de Orange, en el estado de California, informó la policía. Este tiroteo se produce después de dos ataques similares perpetrados recientemente que han dejado un total de 18 muertos en Estados Unidos y han avivado el debate sobre la proliferación de armas en el país.
El atacante, cuyas motivaciones se desconocen de momento, también resultó herido de bala tras la intervención de la policía y se encuentra en estado crítico, según la responsable policial, Jennifer Amata. Los policías están intentando aclarar si resultó herido durante el tiroteo con la policía o si él mismo se provocó las heridas.
No se tienen por ahora detalles sobre las víctimas mortales del ataque, pero sí se sabe que una quinta persona, una mujer, está herida muy grave. El tiroteo ocurrió hacia las 17:30 locales en el último piso de un pequeño edificio de oficinas. En él se encuentran las oficinas de una compañía de seguros, una consultora financiera y una tienda de reparación de teléfonos.