La pandemia de COVID-19 entró en una fase “crítica”, advirtió la OMS este lunes, día en que Europa registró más de un millón de muertes desde el inicio de la crisis sanitaria.
Los 52 países y territorios de la región (que va, al este, hasta Azerbaiyán y Rusia) totalizan al menos 1.000.531 muertes (en más de 46,5 millones de casos), por delante de América Latina y el Caribe (832.755 muertes, 26,2 millones de contagios), y del área comprendida por Estados Unidos y Canadá (585.760 muertes, 32,3 millones de infecciones).
Sin embargo, las tendencias son muy diferentes y hasta contrapuestas en estas zonas geográficas. Varias experimentan disparadas en las infecciones, con restricciones en vigor, mientras las autoridades intentan acelerar las campañas de vacunación.
Por ejemplo Asia, que cuenta 285.824 decesos, registra récords en el sur, donde se intensifican las medidas para frenar al virus.
En cambio, en Europa, Reino Unido se encuentra en un momento de esperanza, pese a haber sido en un momento de la pandemia uno de los territorios más afectados y a pasar un invierno confinado: este lunes celebró al alcanzar su objetivo de vacunación a mayores de 50 años, y volvió a habilitar las terrazas de los pubs y las peluquerías.
Más de 2,9 millones de personas han muerto en todo el mundo a causa del COVID-19.