La India atraviesa una segunda ola de coronavirus. En la última semana registró más de 2 millones de casos nuevos, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) esto está relacionado con la cepa local detectada en el estado de Maharashtra en diciembre del año pasado.
Esta variante es la B.1.617, y comparte mutaciones con la proveniente del Reino Unido y la de California. Esta es una de las características por la que se alerta que es más contagiosa que las ya conocidas.
A su vez, la cepa de la India tiene sublinajes, como la B.1.617.1 y la B.1.617.2. En cuanto a la mutación de California, la OMS había advertido en un boletín que, además de la alta transmisibilidad, está asociada con “una reducción de la neutralización por algunos (pero no todos) tratamientos con anticuerpos monoclonales, y una reducción moderada de la neutralización en los sueros post-vacunación en los Estados Unidos“.
Mientras tanto, la mutación P681R que también está presente en la variante india, “aumenta la infección sistémica y la fusión de la membrana”, lo que ayuda al aumento de la contagiosidad. Y, respecto a la E484Q, “los estudios de laboratorio sugieren que las muestras de convalecientes de individuos que tuvieron una infección natural pueden tener una neutralización reducida” contra esta.
De todas maneras, la Organización no concluyó que haya una relación estrecha entre la aparición de la cepa india con la segunda ola en el país asiático. Pero sí destacaron que en esta nueva etapa los contagios son más rápidos.
Por lo pronto, esta variante ya fue detectada en Estados Unidos, Reino Unido y Singapur.