La policía noruega multó este viernes a la primera ministra del país, Erna Solberg, con 20.000 coronas (unos 2.300 dólares) por celebrar su cumpleaños y violar así las restricciones fijadas por las autoridades para contener la propagación del coronavirus.
La familia de Solberg se reunió dos noches seguidas a finales de febrero para festejar el cumpleaños número 60 de Solberg: una en un restaurante y la otra en un apartamento en la estación invernal de Geilo (sureste), en ambos casos con más de diez personas, violando las normas vigentes.
Solberg no pudo asistir al restaurante porque se tuvo que desplazar a Oslo para ser atendida por un oculista, aunque sí estuvo presente al día siguiente, pero la policía considera que fue ella quien organizó ambos eventos y que al ser la jefa de Gobierno merece una multa, no así su marido, que solo recibirá una amonestación.
“Solberg es la persona electa más destacada del país. La policía estima que es correcto reaccionar con una multa”, señaló en una conferencia de prensa el jefe policial regional, Ole B. Sæverud.
Sæverud resaltó que aunque la ley es igual para todos, “no todos son iguales” y que el hecho de que Solberg sea la cabeza visible de las medidas del Gobierno contra la enfermedad de COVID-19 justifica el castigo.
La policía había abierto una investigación el pasado 19 de marzo después de que el caso fuera dado a conocer por la televisión pública noruega NRK.
“Yo, que todos los días le hablo a los noruegos de las reglas, debería conocerlas mejor. Pero la verdad es que no lo he hecho lo suficientemente bien y no sabía que cuando una familia sale junta y son más de diez, entonces debe ser considerado un evento”, dijo entonces Solberg a la cadena pública.
La primera ministra, en el cargo 2013, se disculpó también por lo sucedido en su página de Facebook.