Se trata de un experimento para ver la reacción de las personas con este tipo de diseños.
El investigador Marc Twyssier decidió probar la sensibilidad de las personas cambiando uno de los accesorios que más usamos en la pandemia: la cámara Web de las computadoras. Para eso, y como si fuera un Gran Hermano, decidió armar una “Eyecam”, la “cámara ojo”, que justamente replica al globo ocular humano, con cejas, pestañas y párpados. ¿Lo peor de todo? Se mueve y mira alrededor para recordarte que ve y registra todo.
“¿Y si los dispositivos ‘para ver’ se parecieran a nosotros? Eyecam es un prototipo que explora el posible diseño futuro de los dispositivos de detección. Eyecam es una cámara web con forma de ojo humano que puede ver, parpadear, mirar a nuestro alrededor y observarnos”, explicó el investigador, que es parte del Laboratorio de Interacción Humano-Computadora de la Universidad de Saarland en Alemania.
Se trata de un prototipo, con mucha precisión, capaz de ver y reconocer el entorno, además de la gente que tiene adelante. Busca explorar los diseños que podrían tener los dispositivos de detección, que cada vez están más presentes en la vía pública, en las casas y en las oficinas. La gente se acostumbró tanto a ellos que no se da cuenta que están presentes. Con este tipo de formatos más “realistas”, la gente tomaría conciencia de la cantidad de veces que están siendo filmados.
Dentro del globo ocular robótico hay un sensor, que permita detectar el movimiento, y la cámara Web integrada. Además replicaron la parte de la cara que rodea al ojo, que incluye una ceja con seis circuitos que le otorgan movimiento y un párpado.
El “corazón” del ojo, valga la paradoja, no es algo caro, ya que utiliza una computadora Raspberry Pi Zero y se lo controla con una placa Arduino. El proyecto además es de código abierto, por lo que se puede descargar para replicarlo desde GitHub.
La investigación se presentará en la próxima Conferencia ACM CHI de 2021 que trata sobre factores humanos en sistemas informáticos. El objetivo no es alejar a todos de las aplicaciones de videoconferencia como Zoom y Skype, aunque nadie se culparía de que estos investigadores fueran su objetivo final, sino llevar la conexión emocional que experimentan los humanos durante las conversaciones personales a nuestra situación actual en la que esas interacciones no son recomendables.
El propósito de este proyecto es especular sobre el pasado, presente y futuro de la tecnología. “Estamos rodeados de dispositivos de detección. Desde la cámara de vigilancia que nos observa en la calle, los altavoces de Google o Alexa nos escuchan o la webcam de nuestro portátil, mirándonos constantemente. Se están volviendo invisibles, mezclándose con nuestra vida diaria, hasta un punto en el que no nos damos cuenta de su presencia y dejamos de cuestionarnos cómo se ven, sienten y actúan”, explicaron los desarrolladores en la página Web del proyecto.
Fuente: TN Tecno