En la puerta de la Quinta de Olivos manifestantes se autoconvocaron para realizar un cacerolazo en protesta por la suspensión de las clases presenciales durante las próximas dos semanas. El miércoles por la noche, los vecinos de la zona ya se habían agrupado frente a la residencia presidencial, apenas finalizó el anuncio de Alberto Fernández con las nuevas restricciones.
Asimismo, este mediodía también se habían manifestado los emprendedores y empleados gastronómicos, que verán afectado su horario a partir de este viernes. Sucede que, según la nueva normativa que comunicó el Presidente, todas las actividades comerciales deberán cerrar a las 20 y los bares y restaurantes sólo podrán funcionar desde las 19 mediante la modalidad de reparto a domicilio y take away.
"Quinta de Olivos":
Porque pacientes del Borda se fugaron y se congregaron en la quinta para contagiarse de Covid . pic.twitter.com/J3lXyeV9ab— ¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂é 𝗲𝘀 𝘁𝗲𝗻𝗱𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮? (@porquetendencja) April 15, 2021
Pero más allá de los desacuerdos puntuales de cada sector, el reclamo generalizado radica en la suspensión de las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires, dado que el mandatario nacional anunció que deberán realizarse en forma virtual por las próximas dos semanas.
De esta forma, padres y alumnos se congregaron en Olivos con carteles que indican “Los chicos en sus aulas”, “La educación es esencial” y “Queremos ir al colegio”, entre otros mensajes similares. Los presentes acudieron con sus cacerolas y silbatos o simplemente demostraron su desacuerdo mediante aplausos sostenidos. A su vez, quienes transitaban con sus vehículos se sumaron a la protesta con bocinazos.
El reclamo se repitió en otros puntos del AMBA, como por ejemplo en Pilar y en Ramos Mejía, donde también se convocó mucha gente a raíz del cierre de las aulas.