Cualquier persona que haya tenido alguna vez una reacción alérgica a ciertos medicamentos, laxantes o líquidos de contraste para rayos X podría reaccionar a los componentes de las vacunas.
En algunos casos aislados, la vacuna contra el COVID-19 puede generar fuertes reacciones alérgicas, lo que hace que muchas personas con esta sensibilidad duden en aplicársela.
El profesor alemán Ludger Klimek, presidente de la Asociación de Alergistas Alemanes, asegura que una y otra vez es contactado por pacientes que están extremadamente preocupados por este tema. “Muchos quieren vacunarse y los ilusiona la idea de recibir la inoculación, pero luego leen que podrían sufrir reacciones severas y eso genera inseguridad en muchas personas”, explica Klimek.
Dado que cada vez más personas están recibiendo una fecha de vacunación en muchos países, aumenta el interés en la vacuna, pero al mismo tiempo, también lo hacen el miedo y las inseguridades entre los alérgicos. Pero, ¿cuán grande es realmente el riesgo?
El Centro Federal de Educación para la Salud (BZgA) escribe en su portal “Infektionsschutz.de” que, desde la introducción de la vacunación en Reino Unido y Estados Unidos, se informó de algunas reacciones alérgicas fuertes en vacunados.
Estas reacciones aparecieron poco después de la vacunación y tuvieron que ser tratadas. Sin embargo, no hay datos exactos de la frecuencia tras recibir la vacuna contra el coronavirus.
Casos muy aislados
En cuanto a las primeras cifras disponibles, Klimek afirma que las nuevas vacunas con ARN mensajero de Biontech/Pfizer y Moderna mostraron en esto un riesgo algo mayor en comparación con otras vacunas, de alrededor de 2,5 y 4 veces más.
Sin embargo, según dice el experto, siguen siendo casos muy raros. “Es un caso por cada 100.000 vacunas”, asegura. Por otro lado, aclara que esto tampoco es solamente un problema de las vacunas contra el coronavirus. Según explica, muchos medicamentos pueden producir reacciones alérgicas.
Por otro lado, señala que nadie se vuelve alérgico a una sustancia por recibir la vacuna, sino que ya es sensible a ella de antemano. Dado que la dosis es mayor cuando se inyecta la vacuna, a veces se producen reacciones fuertes.
Klimek indica que esta problemática no afecta a todos los alérgicos por igual: “Quien tiene alergia al polen no tiene un riesgo mayor de sufrir efectos secundarios que una persona que no es alérgica”.
Cuándo hay que tener cuidado
Cualquier persona que haya tenido alguna vez una reacción alérgica a ciertos medicamentos, laxantes o líquidos de contraste para rayos X podría reaccionar a los componentes de las vacunas.
Entre las sustancias conocidas de medicamentos que provocan alergias se encuentran el polietilenglicol, el polisorbato y el óxido de etileno, explica Klimek, que añade que excluir completamente este riesgo es imposible.
El profesional recomienda, de todas formas, que los pacientes que ya presentaron reacciones marcadas a determinados medicamentos consulten con su alergista de ser necesario. El profesional puede derivar al paciente a centros especializados en alergias que harán una recomendación específica en función de la hipersensibilidad del paciente y de los ingredientes de cada una de las vacunas.
Es decir, que según Klimek, un alergista puede recomendar si es mejor Biontech/Pfizer que Astrazeneca para un paciente o al revés. “Es algo muy complejo y no se puede averiguar en cualquier consulta médica”, asegura.
El BZgA aclara, por las dudas, que si hay una alergia conocida a alguna de las sustancias de la vacuna contra el coronavirus, mejor no vacunarse.
El formulario de historia clínica
Klimek recomienda completar correctamente y con todo detalle el formulario de antecedentes médicos antes de la vacunación y, en caso de duda, pedirle incluso ayuda al alergólogo, de modo que el personal del centro de vacunación sepa a qué debe prestarle atención y, de ser necesario, pueda aclarar más aspectos.
Después de la inyección, todos los pacientes del centro de vacunación deben permanecer en el lugar durante un cuarto de hora por cuestiones de seguridad. Si se produjeron reacciones alérgicas en el pasado tras la administración de otras vacunas, el portal Infektionsschutz.de recomienda ampliar el período de observación a 30 minutos.
La forma más grave de reacción alérgica es el shock anafiláctico. “Esto es algo bastante riesgoso”, dice Klimek. También pueden producirse otras reacciones, pero aclara que no son tan graves, como por ejemplo erupción cutánea, garganta irritada o picazón.