Desde el INTA Marcos Juárez detallaron cuáles son las principales amenazas para este cultivo.
Gran parte de los productores se preparan para la campaña fina. Ante este escenario, desde el INTA destacaron las principales amenazas que puede tener el trigo en este año.
Especial trigo
En este sentido, los técnicos señalaron que los coleópteros se vieron favorecidos de manera general, presentándose este año una mayor población de gusanos blancos, gorgojos y carábidos benéficos. Para focalizar el monitoreo, Emilia Balbi, de INTA Marcos Juárez señaló que se da un grupo de insectos en una etapa fenológica y en otro grupo en otra.
Insectos que afectan la implantación
En esta primera etapa del cultivo aparecen los gusanos blancos. Esta denominación contempla un complejo de gusanos que incluye varias especies, como Diloboderus abderus, Cyclocephala putrida, C. signaticollis, C. modesta, Archophileurus vervex, Bothynus striatellus, Anomala testaceipennis, Philochloenia bonariensis y Heterogeniates bonariensis.
“El monitoreo de gusanos blancos se realiza cavando el suelo y revisando la tierra que se extrae del pozo. Un indicio de su presencia es la detección de montículos de tierra por sobre la superficie del lote. Para comenzar a corroborar su presencia se debe cortar una primera capa del suelo de unos pocos centímetros con una pala y allí observar si existen galerías. Luego, siguiendo las galerías con la extracción de tierra se confirma la presencia de la plaga. El umbral de control de estos insectos es de 5-6 gusanos/m2”, explicaron desde el INTA.
Por otra parte, los técnicos detallaron que el resto de las especies también se encuentran en estas extracciones, pero generalmente se ubican durante el otoño en los primeros 10 centímetros del suelo en condiciones de buena humedad.
El trabajo realizado por el INTA señaló que el control químico de gusanos blancos se basa principalmente en el uso de curasemillas. “Los principios activos tiametoxam, imidacloprid y tiodicarb han demostrado disminuir el impacto de esta plaga. En lotes con más de 20-25 gusanos por m2, la cantidad residual de gusanos a pesar del control que proporcione el curasemillas puede superar el umbral, pudiendo apelarse al control químico de cobertura previo a una precipitación”, señalaron desde la estación experimental.
Sin embargo, para evitar llegar a altas poblaciones en el lote, se recomienda monitorear todos los años. Esto se debe a que las poblaciones en lotes problemáticos suelen ser residentes en periodos largos de tiempo.
“Otro insecto que puede afectar la implantación es el grillo subterráneo, Anurogryllus muticus, que también realiza montículos de tierra, aunque de menor tamaño y con menor granulometría”, especificó el informe. Cabe destacar que en la presiembra se pueden hallar tanto adultos como ninfas.
Es importante diferenciar las galerías que realizan los insectos. El anurogryllus muticus realiza conductos más pequeños que los de gusanos blancos y su ingreso es de forma más oval y generalmente “oble. “Tienen inclinación respecto al plano de superficie, situación que no ocurre con los gusanos blancos que realizan sus galerías en forma perpendicular a la misma”, aseguraron los técnicos.
El informe detalló que el umbral de control que se utiliza es de 5-10 individuos/m2. “En momentos de escasez de alimento, la utilización de cebos muestra ser un método eficaz. Además, se ha atribuido a las aplicaciones de insecticidas en cobertura durante la noche en postemergencia cierto grado de disminución de daño por repelencia”, detalló el documento del INTA Marcos Juárez.
La implantación es una etapa crítica y que define una gran parte del rendimiento. Por este motivo, se recomienda un monitoreo constante en esta etapa del cultivo para evitar daños irreversibles.