Un agente de Seguridad Nacional, que llegó al lugar del tiroteo, notificó a la Policía estatal sobre la muerte del efectivo. Después de que los oficiales localizaran la camioneta del sospechoso, uniformados de múltiples organismos policiales lo persiguieron hasta la zona de Las Cruces, intercambiándose disparos a lo largo de la ruta.
Los oficiales utilizaron dispositivos para desinflar los neumáticos y otras maniobras para obligar al vehículo a abandonar la carretera, luego de que, en la última escaramuza, el criminal fue alcanzado y murió.
La Policía de Nuevo México detalló previamente que Cueva se dirigía a Las Cruces para hacer un negocio de drogas, cuando Jarrott dio el alto a su vehículo. El hombre tenía un “historial delictivo violento”, que incluía su primera detención a los 13 años por vandalismo, posesión repetida de drogas en su adolescencia y tráfico de drogas a los 21 años, culminando con la posesión con intención de distribuir metanfetamina a los 29 años.