El estudio de la Universidad de Córdoba que evaluó la respuesta de anticuerpos en 285 personas de esa ciudad, concluyó que “existe una buena respuesta en la producción de anticuerpos IgG contra SARS-CoV-2”.
Un estudio realizado por el Instituto de Virología de la Universidad Nacional de Córdoba confirmó con muestras de sangre de personas vacunadas con la Sputnik V que se generan en el organismo anticuerpos capaces de neutralizar la variante de coronavirus de Manaos, informó hoy el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF).
El estudio, que evaluó la respuesta de anticuerpos en 800 muestras tomadas a una cohorte de 285 personas en la ciudad de Córdoba, concluyó, además, que “existe una buena respuesta en la producción de anticuerpos IgG contra SARS-CoV-2″.
Las muestras fueron tomadas en tres momentos diferentes: una previa a la colocación de la vacuna (en los casos en que fue posible), otra luego de la primera dosis de la vacuna (día 14) y una tercera luego de la segunda dosis (día 42 desde la 1er dosis).
El promedio de la edad de las personas que conforman la cohorte fue de 39 años con un mínimo de 20 años y un máximo de 65 años.
El 26,67% de ellos (76) habían tenido exposición previa al virus SARS-CoV-2.
El estudio midió cantidad de anticuerpos IgG contra SARS-CoV-2 totales y también aquellos con capacidad de neutralizar el virus (AcNT).
Según el informe del estudio, que contó con el apoyo del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba y la Universidad de Córdoba, “al día 14, luego de la primera dosis de la vacuna, el 85,5% de la cohorte tenía anticuerpos contra el virus y al día 42, luego de recibir la segunda dosis, el 99,65% tenía anticuerpos, resultando negativo solo un individuo”.
En este sentido, los investigadores concluyeron que “los resultados demuestran la importancia de administrar la segunda dosis de la vacuna a quienes no han tenido exposición previa al virus, ya que no solo la proporción de individuos con anticuerpos IgG totales anti S es mayor, sino que también el título de anticuerpos neutralizantes (AcNT) se incrementa significativamente en este grupo al día 42 post vacunación”.
En tanto, en aquellos que ya habían tenido contacto con el virus, la segunda dosis se podría “prescindir” al menos en cuanto a la respuesta de la inmunidad humoral (generación de anticuerpos).
La investigación también trató de determinar la capacidad neutralizante frente a la variable de Manaos para las cuales analizaron plasma correspondientes a 157 personas, entre las cuales había muestras de individuos recuperados de infección natural por SARS-CoV-2 de las variantes que circularon en la primera ola (cepa wild type B.1) y de personas vacunadas con Sputnik V que tenían o no exposición previa al virus.
“En todas las categorías evaluadas se observó neutralización de la variante Manaos”, señaló el informe aunque advirtió que “algunas muestras con anticuerpos neutralizantes contra la cepa wild type B.1 fueron negativas al enfrentarlas a la variante Manaos”.
Los investigadores observaron que “los anticuerpos mostraron una capacidad neutralizante significativamente mayor frente a la variante wild type que frente a la Manaos en los grupos de personas recuperadas de infección natural por SARS-CoV-2 y en las personas que habían sido vacunadas con dos dosis pero no tenían exposición previa al virus”.
En el grupo vacunado que había tenido infección previa, la diferencia entre la capacidad de neutralización contra la variante wild type y la de Manaos “no fue significativa”, indicaron los investigadores.
Por su parte, Kirill Dmitriev, director ejecutivo del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), celebró en el comunicado difundido hoy el estudio y recordó que “Argentina fue el primer país latinoamericano en utilizar ‘Sputnik V’ para la vacunación de sus habitantes, y ahora vemos que el uso de este fármaco ayuda a proteger a la población no solo frente a las conocidas, sino también frente a las nuevas variantes del virus, incluida la brasileña”.
Según los resultados de los últimos estudios difundidos por el RDIF, la eficacia de la Sputnik V es del 97,6%; en tanto en ninguno de los 250 estudios clínicos realizados alrededor del mundo -ni en la aplicación a la población a nivel masivo- la vacuna provocó alergias ni efectos graves.
La Sputnik V se basa en una plataforma de vectores adenovirales humanos que causan el resfriado común y utiliza dos vectores diferentes para dos inyecciones durante el proceso de vacunación.