Los restos mortales del ex gobernador Miguel Lifschitz descansan en el cementerio Jardín de Funes, tras un breve paso por la Biblioteca Argentina en el centro de Rosario donde se congregaron muchos rosarinos, entre ellos allegados, militantes y distintos referentes de la política santafesina.
El cortejo con 7 autos y una gran camioneta funeraria blanca que transporta los restos sin vida de Lifschitz llegó al cementerio de Funes cerca de las 10.50.
La marcha de la dolorosa despedida se inició a las 10hs desde la empresa fúnebre Caramuto, donde Lifschitz fue preparado para la sepultura y velado sólo unas horas de forma privada por su círculo más íntimo.
Luego, pasó por la Biblioteca Argentina donde desde este domingo por la noche, cuando se conoció la triste noticia, se congregaron allegados, militantes, referentes políticos a presentar sus respetos y buscar consuelo.
La ceremonia en el cementerio, no duró más de una hora. Sus restos, descansan ahora en Funes, cerca del aeropuerto rosarino Islas Malvinas.
Todos y en cada lugar tenían una palabra para definir al hombre que se lloraba con sentimiento profundo: Imprescindible, honesto, comprometido, incansable, ético, estadista, estudioso, todo terreno, luchador, ejemplo, obsesivo, generoso, humilde, respetuoso, una maquina, y la que más duele en tiempos donde hay muchas necesidades, “irreemplazable”.