La efectiva implementación de los principios de justicia y solidaridad en contextos de escasez y de saturación de los servicios de cuidados intensivos es uno de los dilemas que presenta mayor dificultad de resolución.
En el marco del intenso trabajo en unidades críticas donde la totalidad de las camas están ocupadas y cuando se libera una plaza se ocupa en apenas minutos, decidir quién es prioridad para esas contadas camas disponibles y definir día a día quién tienen más posibilidades de sobrevida es claramente estar expuesto a una situación límite.
En Rosario las Guías Bioéticas para el Acceso y Tratamiento Apropiado en el Contexto de la Pandemia de Covid-19 que el Ministerio de Salud de la provincia elaboró en 2020 y que se puso a circular nuevamente por estos días no son más que marcos y protocolos donde los profesionales se apoyan y que ellos mismos, admiten, los alivia.
Decisiones, como señala el mismo documento, “vinculadas a la efectiva implementación de los principios de justicia y solidaridad en contextos de escasez y de saturación de los servicios de cuidados intensivos es uno de los dilemas que presenta mayor dificultad de resolución; porque cualquiera sea la alternativa elegida, se transformará en un nuevo problema”.
“Para quienes están trabajando en esos límites lo que se ponen juego son cuestiones subjetivas muy complejas“, manifestó la directora de la Carrera de Medicina Laboral de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Silvia Aiello.
Se habla de decidir entre quién vive y quién muere. O incluso sobre quién tiene mayores probabilidades de supervivencia de acuerdo a los protocolos vigentes. Aiello opina que esas vivencias no pueden pasar inadvertidas en los médicos y trabajadores.