La muerte de uno de los grandes electores de la política santafesina provocó una revulsión no vista en la historia reciente. El primer paso será la elección de las autoridades en diputados. ¿Qué ocurrirá con el Frente Progresista?
Nadie habría pensado hace un mes atrás que en mayo la política santafesina sufriría una pérdida de tal magnitud como la del exgobernador Miguel Lifschitz. Su muerte tiene el efecto de un barajar y dar de nuevo en el juego de naipes, que en este caso se juega sobre el tablero de la política santafesina.
Ya no está el gran elector del progresismo santafesino y el primero que sufrirá será el socialismo. El Partido de la Rosa había reordenado sus piezas internas en las elecciones del 18 de abril pasado, un día antes de la internación del exmandatario. Ahora, deberá lamerse las gravísimas heridas que deja la ausencia de su principal figura y resolver que camino tomará.
Será vital además saber el rumbo que tomará el radicalismo santafesino y sus diferentes corrientes internas. Buena parte del radicalismo territorial forma su alianza con el socialismo y los restantes partidos frentistas.
El inicio de este nuevo camino estará marcado esta semana por la elección de la presidencia de la cámara de diputados. El trascendente hecho había entrado en un compás de espera por la salud de Miguel Lifschitz, quien ahora ya no está. Es por eso que el socialismo propondrá a Pablo Farías como su sucesor . Su nombramiento estará sujeto a otras discusiones por las restantes autoridades del cuerpo y por encontrar un método de funcionamiento y reparto de recursos que deje conforme a todos, o al menos a la mayoría.
Además, ahora que el gran electoral y ordenador de la oposición falleció, el radicalismo progresista seguramente sopesará su potencial territorial y deberá sentarse a volver a analizar sus alianzas, para definir si seguirá partido entre el progresismo y Juntos por el Cambio, o tomará una posición unificada.
Las decisiones deberán tomarse en un plazo exiguo de tiempo, teniendo en cuenta que habrá que conformar alianzas y luego presentar postulantes a las legislativas nacionales, donde Santa Fe tendrá que sentar 9 diputados y 3 senadores en las bancas del Congreso.
El peronismo también está sacudido por la inesperada y rápida partida de quien era visualizado como el rival a vencer y esto podría provocar discusiones internas, tras la observación que retener la conducción de la Casa Gris en 2023 hoy parece como un objetivo de más cercana concreción.
Como el tablero de ajedrez de aquella joven protagonista de la serie Gambito de Dama, las piezas se está moviendo y deberán encontrar otro curso y en rápido tiempo.