En el marco de la iniciativa propuesta por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, se realizaron cerca de 800 test en ocho puntos del territorio santafesino.
La Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), dependiente del Ministerio de Seguridad, realizó controles de alcoholemia a conductores en distintos puntos estratégicos de la provincia en el marco del megaoperativo de Alcoholemia Federal, una iniciativa a desarrollarse y profundizarse mes a mes acorde a los resultados estadísticos que arrojen estas primeras ediciones.
En los operativos, que se llevaron a cabo en ocho puntos del territorio entre las 12 y las 15.30 del pasado sábado, se realizaron 774 test de alcoholemia a conductores particulares y profesionales detectándose 10 casos positivos. Cabe recordar, que los valores permitidos por ley son de 0.5 g/l para conductores particulares de automóviles, 0.2 g/l para motociclistas y 0 g/l para conductores profesionales.
Las tareas de fiscalización, que apuntan a abordar de manera federal la problemática del consumo de alcohol y la conducción, contaron con la participación de la Policía de Seguridad Vial junto a personal de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, agentes de la Policía de la Provincia, inspectores de municipios y comunas, y personal fiscalizador de la Secretaría de Transporte de la provincia.
El subsecretario de APSV, Osvaldo Aymo, sostuvo que “como Estado tenemos que ser capaces de hacer cumplir la ley para visualizar resultados en el cambio de conductas. En este sentido, el control sistemático incorporado en la sociedad como práctica habitual es fundamental para reducir el consumo de alcohol al volante”.
Mientras, la directora de la APSV, Antonela Cerutti, remarcó que “es fundamental trabajar en esta problemática de nivel mundial como lo es el alcohol al volante, para detectar y poner fuera de circulación a quienes ponen en riesgo su vida y la de terceros”.
ALCOHOL Y CONDUCCIÓN
El alcohol, que está presente en al menos 1 de cada 4 siniestros viales con fallecidos, desde la primera copa ya afecta la aptitud para conducir: la percepción se distorsiona, se asumen riesgos aumentados y el auto se transforma en un arma.
De acuerdo con datos del Sedronar, el consumo problemático del alcohol es la principal adicción de los argentinos, y en los últimos años se dio un fuerte aumento del consumo entre jóvenes y adolescentes.