Sirven de parámetro en los hospitales para saber qué hacer en caso de que haya más pacientes que respiradores o que no haya lugar para la internación de un infectado que la necesita.
El documento fue redactado durante el año 2020, con el aporte de expertos en bioética e investigación, abogados, médicos intensivistas, cirujanos y anestesistas.
No fue utilizado en la primera ola, ya que las fuertes restricciones a la circulación durante varios meses y ampliación del sistema sanitario, permitieron aguantar el stress al que fue sometida la infraestructura hospitalaria. Pero ahora la situación es distinta y se requiere del mismo.