Los choferes de colectivos decidieron un paro por tiempo indeterminado, que comenzó hoy a las 0 horas, dado que no habían cobrado la totalidad del salario de abril.
Los conductores del transporte urbano de pasajeros, los de los colectivos interurbanos y los de media distancia, que recorren hasta 200 kilómetros desde Rosario, votaron por unanimidad la medida de fuerza en la asamblea realizada ayer.
Al 14 de mayo, los choferes solo habían cobrado la mitad del sueldo de abril. “No podemos seguir esperando”, expresó contundente el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Rosario, Sergio Copello,
La titular de la Secretaria de Movilidad de la Municipalidad, Eva Jokanovich, dijo que ayer los choferes habían recibido un adelanto por parte de la Intendencia, que claramente no satisfizo a los colectiveros.
La funcionaria explicó que, desde la Municipalidad, “se hizo un esfuerzo enorme para pagar un adelanto, a través del Fondo Compensador, sabiendo que no cubriríamos la totalidad de lo que se adeuda”.
Jokanovich subrayó que “para abonar todo lo que se adeuda en materia de salarios, hay que esperar que ese dinero llegue desde el Ministerio de Transporte de la Nación”.
Esta semana los choferes recibieron el 50 por ciento del salario de abril, y unos 10 mil pesos que abonó la Municipalidad, pero que solamente alcanzaron a los choferes de Rosario, porque el resto ya no depende del ámbito municipal.
“Hicimos todo lo posible, hasta adelantar el aporte que podíamos realizar nosotros, pero el resto depende de la Nación”, subrayó la funcionaria.
El intendente Pablo Javkin admitió que hubo una demora en la firma de los convenios, que se rubrican cada cuatro meses, debido al fallecimiento del ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni y todo lo que supuso su reemplazo.
“Entendemos que la deuda podría resolverse la semana que viene”, adelantó el titular del ejecutivo municipal. Lo mismo esperan los trabajadores.
En 2020 durante la pandemia los paros fueron una versión repetida con una acumulación de días, semanas y meses sin un servicio de movilidad indispensable para los rosarinos. Temen que en la segunda ola pandémica la película se repita.