Desde las carteras de Salud de todos los niveles del Estado apelan constantemente a la responsabilidad social para aplanar la curva de casos, pero está a la vista que el autocuidado no funciona. “Hay personas que se cuidan pero no son la mayoría”, entienden los especialistas.
Expertos en salud acuerdan en la imposición de un aislamiento estricto ante el colapso del sistema sanitario, cuyos primeros efectos, por más modestos que sean, impactarán en las estadísticas a principios de junio.
El ciclo promedio desde el contagio hasta la confirmación demora de 10 a 12 días (cinco para la aparición de síntomas y otro tanto entre la realización del análisis y el anuncio del resultado).
“Como los afectados en esta segunda ola son personas más jóvenes que el año pasado, su estancia en las unidades de terapia intensiva se extiende y eso hará que el descenso en la ocupación de camas críticas se consolide recién dentro de un mes”, sostiene el infectólogo y vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, Damián Lerman.
La mayor esperanza es que se asuma lo que pasa en lugar de negarlo, la gente se está muriendo y el sistema de salud está colapsado.