El 29 de junio de 1986 el equipo de Bilardo derrotaba 3 a 2 a Alemania y Diego Maradona se convertía en el segundo capitán en alzar la Copa del Mundo.
Una vez más llega una de las fechas que más felices hace a los argentinos. El 29 de junio dejó de ser un día más para convertirse en la fecha en la que la Selección de Diego Maradona, Carlos Bilardo, Oscar Ruggeri, Jorge Valdano y otras leyendas pasaban a escribir una de las páginas mas importantes en el fútbol nacional.
A los 83 minutos de partido, Burruchaga punteaba la pelota ante la salida tardía de Schumacher y de esta manera sentenciaba el 3 a 2 final con el que la albiceleste derrotaba a Alemania para sentenciar su segunda Copa del Mundo. Los siete minutos finales fueron los más sufridos y esperados de la historia, ocho años después del primer título.
Tras el pitido de Romualdo Arppi Filho, el equipo con mística de Bilardo, el de los goles de Diego a Inglaterra, el de la brillante semifinal ante Bélgica, dejaba atrás todas las dudas y críticas para convertirse en mito, alcanzando la gloria y dándole alegría a un pueblo golpeado, para variar, que salía de la dictadura.
Antes de eso, sin embargo, pasó de todo. El “Tata” Brown abría la cuenta de cabeza a los 23 minutos de juego y en la segunda parte, a los 11 minutos, Valdano estiraba la cuenta con una gran definición. Sin embargo, el poderío alemán iba a poner contra las cuerdas a Argentina con los tantos de Rummenigge y Voller con siete minutos de diferencia y a falta de nueve por jugar.
Sin embargo, dos minutos después y con las piernas cansadas, Maradona se iba a volver a iluminar para dejar mano a mano a “Burru” que no dudó y en una corrida memorable sentenciaba el triunfo en el Estadio Azteca, que fue testigo de los momentos más recordados de Diego.
Este año, a 35 años de la conquista eterna, se vive el recuerdo con un sabor amargo. La muerte del “10” empaña lo que fue un momento recordado y que eleva el mito a un nivel superior, acompañado también por Brown y Cucciufo, en los héroes que partieron temprano y que vivirán para siempre en la historia de la Selección Argentina.