El canciller Felipe Solá participará el próximo jueves de una nueva sesión del Comité de Descolonización de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York, donde renovará una vez más el reclamo por los derechos argentinos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Solá aterrizó esta mañana en Nueva York, donde se encuentra la sede de la ONU, y aseguró que “el reclamo es hoy más firme que nunca”, según informó la Cancillería.
El canciller estará acompañado por su jefe de Gabinete, Guillermo Justo Chaves; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus y la representante permanente Argentina ante las Naciones Unidas, embajadora María del Carmen Squeff.
Según informó Cancillería, Solá mantendrá mañana una reunión bilateral con el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Volkan Bozkir, y el jueves asistirá a la sesión del Comité de Descolonización de la ONU.
Este comité especial, también conocido como C-24, fue creado en 1961 por la Asamblea General como órgano subsidiario dedicado a cuestiones relativas a la descolonización.
Está integrado por 29 países: Antigua y Barbuda, Bolivia, Chile, China, Congo, Costa de Marfil, Cuba, Dominica, Ecuador, Etiopia, Fiji, Granada, India, Indonesia, Irán, Irak, Mali, Nicaragua, Papúa Nueva Guinea, Federación Rusa, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Sierra Leona, República Árabe Siria, Timor-Leste, Túnez, República Unida de Tanzania y Venezuela.
El pasado 10 de febrero, la Mesa Directiva del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas (C-24) ratificó “en forma unánime” su “apoyo a la reanudación de las negociaciones entre la Argentina y el Reino Unido para encontrar una solución pacífica a la controversia de soberanía sobre las Islas Malvinas”.
En esa oportunidad, y durante una reunión con el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, Daniel Filmus, los miembros de la Mesa del Comité de Descolonización reafirmaron su “respaldo a la misión de Buenos Oficios encomendada al Secretario General de Naciones Unidas a través de la resolución 37/9 de 1982, en pos de la reanudación de las negociaciones con el Reino Unido como medio para poner fin a la disputa”.