De cada $100 de ganancias que se produce por hectárea, $61,8 son impuestos.
En junio pasado se registró que 61,8% de la renta agrícola generada por el productor queda en los distintos niveles de gobierno en forma de impuestos. Así lo informó la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), que publicó la medición trimestral que indica cuánto de lo que produce el campo se lo queda el Estado.
“Cuando el productor vende su cosecha y supongamos que da $100, el Estado se queda con $61,80 entre impuestos nacionales, provinciales y municipales”, explicó David Miazzo, economista Jefe de FADA.
La medición es un promedio ponderado de cultivos a nivel nacional, pero el estudio también demostró cómo es el caso en los distintos cultivos. Así, detalla que la participación del Estado en la soja es del 67,7%, en el maíz del 50,6%, en el trigo del 59,9%, y en el girasol del 47,1%.
“Cuando hacemos este trabajo siempre llegamos a la misma conclusión: el esquema de impuestos argentino para el campo es, por lo menos, contradictorio. Una actividad que se realiza en todo el país tiene dos tercios de los impuestos que son nacionales y que no vuelven a las provincias de origen. ¿Eso es federalismo fiscal?”, se preguntó Miazzo.
Además, recalcó que los derechos de exportación impactan negativamente sobre el federalismo ya que incrementan los recursos no coparticipables, disminuyen los coparticipables (por reducción del impuesto a las ganancias) y, finalmente, es dinero que sale de las zonas productivas y no vuelve a ellas.
En detalle, de los tributos que afronta una hectárea agrícola, el 66,6% son impuestos nacionales no coparticipables, mayormente retenciones, a lo que se suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios.
Los impuestos coparticipables entre nación y las provincias representan el 28,2%: el impuesto a las ganancias (neto del impuesto a los créditos y débitos) y los saldos técnicos de IVA.
Carga tributaria provincial
El informe explica que las provincias reciben parte de este 28,2% como coparticipación y también recaudan diversos impuestos. En el Índice FADA nacional se consideran el impuesto inmobiliario rural, el tributo a los sellos y el impuesto de ingresos brutos, con una alícuota reducida ya que ni Córdoba ni Santa Fe, por ejemplo, lo cobran. Así, las provincias explican el 4,7% de la carga tributaria total.
Por último, los impuestos municipales (tasas viales o las guías cerealeras) representan el 0,6% del promedio nacional.
El índice FADA en Córdoba registra un 61,7%, en Buenos Aires un 60,4%, en Santa Fe un 60,5%, en La Pampa un 60,7%, en Entre Ríos un 64,2% y en San Luis un 60%.
Precios, tipo de cambio y costos
Por último, según el documento, respecto a junio de 2020, el precio de la soja ha mejorado un 60%, el del maíz, 72%; el trigo, 14%; y el girasol, 100%, lo que se tradujo en incrementos de los precios disponibles en el mercado interno.
Además, mientras en los últimos 12 meses, la suba nominal del tipo de cambio oficial fue del 35,6%, pasando de $69,97 por dólar a $94,86, en los últimos tres meses, aumentó un 4%. “Esto significa que el tipo de cambio comienza a atrasarse respecto a la inflación, incrementando los costos de la producción al medirlos en dólares, algo malo para cualquier actividad exportadora”, alertó Miazzo.
Con respecto a los costos de producción, los especialistas de la fundación alertaron sobre la suba en los valores en el último año.
“Los precios de los fertilizantes han aumentado un 40% en dólares. El gasoil ha sufrido aumentos de precios superiores al 70%. Los costos de labores se han incrementado en un 50%. Las tarifas de referencia de fletes muestran aumentos cercanos al 50%, y sin embargo se reportan incrementos reales de hasta el 85% ante la temporada alta”, advirtió la economista Nicolle Pisani Claro.
Fuente: TN/Campo