Nuevamente, como si se tratara de un paraíso de reglas propias y de un Dios antojadizo, MasterChef Celebrity hizo una nueva pirueta en el aire, barajó y dio de nuevo. Ya fue raro cuando el miércoles, de buenas a primeras, despidieron a Claudia Fontán en una noche poco transparente para los entonces cinco concursantes.
Este jueves, en el último programa de la penúltima semana, Candela Vetrano, Georgina Barbarossa, Sol Pérez y Gastón Dalmau tuvieron que cocinar un plato libre en base a cebada. Hasta ahí todo bien. El primero de los contratiempos fue que, cada diez minutos más o menos, una sirena los obligaba a sumar un ingrediente misterioso que podía combinar o no con lo que estaban haciendo, pero que tenían que usar igual. Tres fueron los stops y, salvo Georgina, todos quedaron perjudicados.
Fin del tiempo, mesa de degustación, todo rico, y el anuncio de los creadores de los dos mejores platos… que tuvieron que comenzar una nueva competencia en ese mismo momento.
Evidentemente, a cinco galas del final, vale todo; por eso, lejos de relajarse, Dalmau (con una quemadura en su brazo que nunca se vio cómo se hizo) y Vetrano reiniciaron su conteo de estrés y empezaron a trabajar con nuevos ingredientes. “Hay que cargarse a Cande”, dijo el actor como si estuviera actuando en una película de mafiosos. “La amistad queda afuera, hoy somos competidores. Es él o yo, y yo quiero ganar”, reflexiono ella en la misma línea.
Y así se lanzaron a un mano a mano, que tuvo la colaboración de Georgina y Sol, por momentos valiosa y por momentos intensa. Fue Gastón el vencedor y, con su premio, pasó directamente al lunes y se convirtió en uno de los tres finalistas de la segunda edición del programa.