Como consecuencias de la bajante, agroexportadoras advierten que despachan casi un 20% menos de cereales y subproductos debido a las medidas de seguridad para disminuir riesgos de navegación.
Desde Aceitera General Deheza SA, que tiene su complejo y puerto en Timbúes, indicaron que el panorama es de incertidumbre. “Los pronósticos no son buenos. Hoy tenemos una disminución de las cargas del 20% y el rendimiento de los puertos baja”, consideró Juan Carlos Vilanova, gerente de la firma.
Un buque con capacidad para 42 mil toneladas hoy llevan 32 o 33 mil toneladas.“Por suerte no ocurrieron muchos encallamientos, porque aprendimos de experiencias anteriores. Ahora se bajó la velocidad de circulación y se toman medidas de protección. Pero el impacto económico además está relacionado con un aumento del flete, de entre el 10 y el 15 por ciento, y eso se refleja en los costos operativos”, agregó.
Luis Zubizarreta, director institucional regional de Louis Dreyfus, con planta modelo y puerto en General Lagos, de donde este viernes zarpó el buque 5 mil en la historia de la firma, destacó: “La salida de buques es menor por la bajante, porque a menor calado menos carga. Y el flete aumenta, porque necesitas más barcos para sacar la carga”.
La preocupación se acentúa porque no es una situación coyuntural de pocas semanas, hay un problema de lluvias en Brasil y eso potencia la emergencia hídrica que impacta directamente en una cadena donde los intermediarios compran e importan. Al cargar menos y aumentar el flete, se fija un precio, y eso se traslada al productor, que recibe menos.