“Tengo ganas de dar clases, extraño la escuela, el contacto con los chicos”, expresó María Luján, la docente rosarina que no quiso quedarse con las ganas y dio clases en la vereda.
María Luján decidió dar una mano solidaria a los alumnos que se quedaron sin presencialidad. Pero sin violar los protocolos vigentes por la pandemia de coronavirus. Invitó a los chicos en edad escolar de la zona y les propuso hacer ejercicios para repasar los contenidos aprendidos en el aula.
Ocurrió en la cuadra de Melián al 4500 donde alumnos del ciclo inicial disfrutaron volver a compartir una clase con otros niños, aunque sea de manera más informal y al aire libre.
“Antes venían a casa, a clases particulares, y ahora no se puede hacer. Entonces dije que una manera de ayudarlos es enseñarles un poquito“, indicó la maestra, que les da distintas tareas a los niños de acuerdo con sus edades.
“Lo lamento muchísimo por los pibes de séptimo, porque dejan el colegio sin haber estado en contacto con su maestra”, dijo María Luján.
Uno de los alumnos de María Luján dijo que es mucho mejor esta experiencia presencial que las clases virtuales. “El año pasado no entendí nada, se trababa internet, estaba todo mal. Y no me acuerdo nada de lo que me dan por Zoom”.