El Gobierno intenta retrasar la llegada de la variante Delta.
Con el objetivo de retrasar la llegada de la variante Delta al país -ya fue detectada en tres personas-, el Gobierno endurece los controles a pasajeros que ingresan al país por vía aérea. Desde hoy, entonces, sólo 600 personas al día podrán ingresar a la Argentina. Además, quienes lleguen al país entre el 1 y el 31 de julio deberán aislarse en hoteles o en sus casas, según determine cada gobierno provincial, durante al menos 10 días.
“Las medidas que tomamos fueron producto de estas últimas semanas. Nosotros específicamente reforzamos los controles que ya venían haciendo las fuerzas federales en las provincias y lo que hicimos fue hacer un informe: vimos que, a nivel país, el 45% de la gente que había llegado de afuera, cuando le tocamos el timbre para ver si estaba aislada, no estaba”, explicó Florencia Carignano, titular de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM).
“Tenemos que garantizar el retraso de la llegada de la variante Delta”
“No nos preocupa el incumplimiento en sí mismo, por eso tendrán que responder ante un juez, el problema es que pase lo que pasó en Israel: una familia no cumplió el aislamiento, mandaron a los hijos al colegio, fueron a trabajar, contagiaron a 45 chicos y a adultos con las dos dosis de Pfizer, y generaron un brote en un país que desde abril estaba sin un solo caso”, ejempliflicó la funcionaria, quien remarcó que ese país “ya tiene al 70% de su población vacunada”, mientras la Argentina está en pleno proceso de inmunización.
El nuevo cupo equivale a dos aviones llenos, y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) trabaja contrarreloj para reorganizar los 10 o 12 vuelos que llegan por día. En ese sentido, aerolíneas advierten por miles de pasajeros varados en el exterior.
“El que tiene ganas de viajar que viaje, aunque no es el momento indicado”
En todos los casos, los costos estarán a cargo de los pasajeros y el Gobierno ya advirtió que controlará el cumplimiento del período de aislamiento domiciliario y radicará denuncias penales en caso de verificarse incumplimientos, invocando los artículos 205 y 239 del Código Penal, “por violación a medidas contra epidemias y desobediencia a autoridad pública”, que contemplan penas de prisión de 6 meses a 2 años y de 15 días a 1 año, respectivamente.
Para ser autorizados, quienes viajen deberán hacerse un testeo para poder abordar el avión con destino a la Argentina, testearse también al llegar y nuevamente al séptimo día de ingreso. Los “negativos” deberán cumplir con el aislamiento y los positivos hacerse un testeo de “secuenciación genómica” (para detectar la variante del virus) y, junto con sus contactos estrechos, aislarse en lugares indicados por las autoridades.
Carignano reconoció que con esta nueva disposición “se retrasará un poco el retorno de las personas que viajaron al exterior”, pero aclaró que “todos van a poder volver”, aunque, eso sí, “de forma controlada y ordenada a fin de lograr el cumplimiento efectivo del aislamiento”.
“La gente tendrá que esperar que la aerolínea le asigne vuelo y en ese vuelo también habrá mucha gente esperando. No es que me lo pase bien diciendo esto, pero son las consecuencias de cuando uno decide viajar en pandemia. Todavía esto no se terminó. Cuando uno decide viajar sabiendo que el mundo es un lío, pueden pasar estas cosas. De hecho una firma una declaración jurada en Ezeiza aceptando las condiciones que el Estado ponga en tu reingreso y las consecuencias económicas”, subrayó.