El 7 de julio se conmemora el Día Internacional de la conservación de los suelo en el mundo. Es en homenaje a quien se considera el padre de la conservación del suelo, el estadounidense Hugh Hammond Bennett.
En la semana de la conservación del suelo, y de cara a su celebración internacional, este miércoles 7 de julio, las Buenas Prácticas Agrícolas se posicionan como una necesidad imperiosa para la protección de ese recurso.
Consultado sobre cómo es posible mitigar los impactos negativos sobre el suelo, el ingeniero agrónomo Miguel Taboada, director del Instituto de Suelos del INTA, explicó que es muy simple evitarlos.
“Solo con aplicar las buenas prácticas agrícolas, que consisten en no dejar nunca el suelo desnudo entre cultivos, retornar residuos al suelo como rastrojos, pastorear dejando descansos periódicos, no usar labranzas agresivas y fertilizar adecuadamente”, enumeró el especialista del INTA Castelar, como modelo de mitigación.
Los problemas más comunes
La posibilidad de almacenar carbono, captándolo desde la atmósfera por fotosíntesis, es una de las principales estrategias que está siendo señalada para mitigar el cambio climático.
“Los suelos van a desempeñar un rol importante, no solo en agricultura, sino también en ganadería a través de manejos que permitan ganar carbono”, anticipó el investigador.
En ese sentido, aseguró que nuestro país debe “cambiar su política de suelos hacia un mayor compromiso con el monitoreo del recurso y la preocupación con el uso y manejo sustentable basado en mejorar la biodiversidad y minimizar el uso de agroquímicos”.
Para el Taboada, “los suelos agrícolas tienen un rol central como base de la seguridad alimentaria y preocupa la situación de riesgo existente por el avance de la degradación de los suelos a nivel global”.
Emisión de gases
El director del Instituto de Suelos del INTA, explica que hay que tener en cuenta que el 60% de la emisión de gases de efecto invernadero provienen de la quema de combustibles fósiles. En mayor medida desde el hemisferio norte.
“La agricultura tal vez ocupe el 3% de los gases a nivel mundial, y los rumiantes la mitad de eso”, manifestó Taboada. El profesional desligó de grandes culpas a los ganaderos por el cambio climático. Aunque consideró que parte de ganadería argentina no aplica las tecnologías como si lo hace la agricultura.
Desde el INTA se impulsan tres iniciativas acordes con la protección ambiental. Primero el Sistema Nacional de Información de Suelos (SisINTA), también la Red Nacional de Información Agropecuaria (RIAN) y por último la plataforma de acceso GeoINTA.
“En la Argentina continua habiendo procesos de erosión en los suelos a pesar que es aminorado por el manejo que hacen los productores con la siembra directa en agricultura”, concluyó.
Fuente: El ABC Rural