La medida ya se analiza en Varios distritos. Pero nuestro país no es el único, en toda Europa ya es inminente la aplicación para poder realizar actividades relacionadas con el ocio y el turismo, no sin una fuerte polémica que enfrenta a defensores y detractores.
En nuestro país varios distritos se mostraron seriamente interesados en implementar una suerte de pasaporte, que permita a las personas ya vacunadas, acceder a lugares y desarrollar actividades a las que no tendrán acceso los que no se vacunaron.
La propuesta vino de la mano de la polémica. Están los que consideran que al no ser obligatoria la vacunación, la forma de incentivarla es a través de estímulos y no de sanciones.
El argumento más fuerte de quienes esgrimen esta postura, es que hoy la vacunación no puede ser obligatoria porque no hay vacunas suficientes, por lo tanto no se puede obligar a algo que no se puede conseguir.
Del otro lado están los que consideran absolutamente necesario recuperar cierta normalidad y la exigencia del pase sanitario permitiría ampliar los aforos y recuperar mucho de la vida que conocíamos hasta la llegada de la pandemia.
La provincia de Buenos Aires tenía previsto incorporarlo desde este lunes,para aquellos que se dieron al menos una de las dosis de las vacunas contra el coronavirus, lo que les permitiría a los comercios habilitados aumentar un 20% su capacidad de aforo. Pero finalmente, la medida no se reglamentó y por el momento no está en vigencia.
La medida tenía previsto alcanzar principalmente los gimnasios, restaurantes, cervecerías, confiterías “y demás espacios del rubro gastronómico” en lugares cerrados que actualmente están habilitados con un aforo del treinta por ciento.
En la Ciudad de Buenos Aires también se contempla la posibilidad de implementar el Pasaporte Sanitario en la circulación y funcionamiento comercial de la Capital Federal.
En todos los casos la medida ha puesto en discusión el tema de las libertades individuales y hasta la constitucionalidad de la misma. En este sentido es importante tener en cuenta que si los argumentos para su aplicación se basan en la emergencia sanitaria y las medidas excepcionales y por tiempo determinado para hacerle frente, el análisis constitucional priorizará la salud pública.
En la opinión de los especialista consultados, “la excepcionalidad permite algunas limitaciones mayores que las libertados individuales, y en ese marco, la jurisprudencia se inclina en favor del bienestar general”.
La idea surgió en Francia, de cara a la temporada de verano, donde su presidente, anunció la aplicación del pase, para actividades relacionadas con el ocio y el turismo.
Otros países como Italia y España están cerca de poner en marcha el uso obligatorio del certificado de vacunas para poder realizar numerosas actividades con el fin de controlar nuevos brotes y evitar que personas con alto riesgo de contagio se enfermen al acudir a este tipo de encuentros.
Dentro de la Unión Europea preocupa en especial la expansión del virus entre las personas que aún no están vacunadas debido a las posibles mutaciones del virus, por lo que en muchas naciones la obligatoriedad del certificado sanitario para realizar determinadas actividades es inminente.
La premisa en Europa es clara: para poder retomar actividades que impliquen aglomeraciones de personas -principalmente ocio y turismo- será necesario estar completamente vacunado y tener un certificado que lo acredite. Esto implica que, para poder salir a un restaurante a cenar, acudir a una discoteca, un festival de música o un partido de fútbol, podría ser condición indispensable tener una pauta de inmunización completa.
Esta estrategia tiene el objetivo de intentar fomentar la vacunación entre el máximo número de personas lo antes posible, sin embargo, no está exenta de polémica. Personas contrarias a las vacunas se han manifestado contra estas decisiones en lo que consideran que una “violación de sus derechos” y numerosas empresas lamentan que esto podría afectar a sus negocios ya que la mayoría de gente sin vacunar es joven.
Lo cierto es que varios países tienen previsto inaugurar este sistema a partir de la primera semana de agosto a pesar de no haber llegado al 70% de población completamente inmunizada.
Volviendo a Argentina y más allá de lo que las autoridades de cada distrito están analizando en relación a la aplicación del certificado de vacunación, ya se conocen iniciativas privadas o de cámaras de comercio, que promueven a través de distinto tipo de beneficios la vacunación de los más jóvenes. Tal es el caso de bares y restaurantes que presentan promociones o descuentos especiales para quienes ya se vacunaron. Más del lado de los que opinan que sería más efectivo un sistema de recompensas, que limitar la circulación de los no vacunados.
En la ciudad de Santa Fe, ya son varios los comercios del rubro grastronómico que al observar que había jóvenes que no se anotaban para recibir las vacunas, pensaron en incentivarlo, con un promociones especiales como dos por uno en bebidas o descuentos en su precio. Así es que con la presentación del carnet de vacunación, le dan a cada cliente un carnet propio del bar o restaurante para obtener el beneficio.