La familia Castro se destaca por ser la primera en incursionar en la actividad en la Patagonia.
La familia Castro ya es conocida por su trabajo en la truficultura en la Patagonia. Desde hace 10 años que incursionan en la actividad, y este mes cosecharon por tercera vez en la zona rural de Paso Piedra, en Choele Choel, provincia de Río Negro.
La historia se destaca porque fueron los primeros en obtener trufas negras en la región, y uno de sus secretos para conseguirlo fueron los perros entrenados o truferos, que trabajan entre junio y agosto con recorridas a campo una vez por semana o cada 15 días.
Cómo se cosecha
Para esta nueva campaña, las encargadas de rastrear las trufas fueron dos perras: una ovejera alemán llamada Janis y una beagle de no más de dos años de nombre Peperina.
Los Castro contaron que durante las labores el perro se detiene al lado del roble para escarbar y es ahí donde encuentra el hongo. Para extraerlo, utilizan palas específicas.
Su comercialización
Las trufas son hongos pertenecientes al género Tuber, que de forma natural crecen asociadas a las raíces de árboles que suelen servir de huéspedes, como los robles.
Existen dos formas de comercializar la trufa. Una es la venta a especialistas, quienes cuentan con una cartera de clientes y la otra es la venta personal por kilo de trufa, venden por trufa y según su peso se traduce al valor.
Actualmente, se estima en 1.000 dólares el kilo de trufas negras.