El Presidente había dicho un mes atrás que “los mexicanos salieron de los indios, los brasileños salieron de la selva y los argentinos de los barcos”. El organismo presidido por Victoria Donda concluyó que no hubo ofensa hacia los pueblos originarios y migrantes latinoamericanos.
“Creemos en América Latina y en nuestro continente, en la unidad de nuestro continente. Pero particularmente también soy un europeísta. Soy alguien que cree en Europa. Escribió alguna vez Octavio Paz que los mexicanos salieron de los indios, los brasileños salieron de la selva y los argentinos llegamos de los barcos, y eran barcos que venían de allí, de Europa, y así construimos nuestra sociedad”, había dicho el jefe de Estado en un acto que compartió con el presidente español, Pedro Sánchez.
La frase generó sorpresa y enojo especialmente en Brasil por el reduccionismo que contenía la frase, pero también hubo críticas por el no reconocimiento a los pueblos originarios que habitaban el territorio argentino antes de la llegada de los barcos europeos.
En la resolución, el INADI concluyó que “los dichos efectuados en el marco de la visita del Primer Ministro español no reflejan las acciones del gobierno de Alberto Fernández, que, lejos de promover la discriminación y la invisibilización de los pueblos originarios, es un gobierno que promovió intensamente la igualdad de los grupos históricamente vulnerabilizados”.
En defensa de Alberto Fernández, Donda también mencionó medidas que tomó el Gobierno “para promover los derechos de migrantes y pueblos originarios, y la diversidad cultural y pluralismo en la sociedad”.
Entre ellas, mencionó la creación de la Comisión Para el Reconocimiento Histórico de la Comunidad Afroargentina, la solidaridad con el pueblo boliviano al darle asilo político al ex presidente Evo Morales, el convenio con México para la fabricación de vacunas contra el coronavirus y la aprobación de un protocolo para la resolución pacífica de conflictos territoriales con los pueblos originarios.
“Con todo esto podemos ver que claramente el gobierno de Alberto Fernández no puede ser considerado como que discrimina a los pueblos originarios y a los migrantes latinoamericanos. No es lo que sus hechos muestran, sino todo lo contrario. Como lo mencionó en el discurso de apertura de sesiones del Congreso Nacional en el 2020, se puede observar que tiene un compromiso en fortalecer el rol de sujetos de derecho de los pueblos originarios y de las comunidades migrantes”, expresó.
Y sobre el contenido puntual de la frase que generó revuelo, adujo que “en este caso tampoco se observa que haya habido insulto alguno, y menos discriminatorio”.
No obstante, en su dictamen Donda reconoció que “uno de los mitos fundacionales sobre los que se apoya la historia argentina es que los argentinos somos principalmente inmigrantes europeos, blancos e ilustrados”.
“Esta línea mítica fue impuesta por los primeros pensadores nacionales, como Sarmiento, quien abiertamente llamó a omitir a toda la población originaria y construir una nación a través de la inmigración europea. Según esta idea, se pretendía contraponer “civilización” (inmigrantes europeos) a la “barbarie” existente en nuestras tierras (gauchos, indios, esclavos, mestizos, etc)”, siguió.
Añadió que “este mito fundacional fue plasmado en el artículo 25 de la Constitución anteriormente citado, donde se establece que el gobierno federal promoverá la inmigración europea, y el artículo 67 inciso 15 que promovía la conversión de los indios al catolicismo, luego de garantizar la seguridad de las fronteras con ellos. Asimismo, estas ideas de ilustración europea tuvieron también su correlato en las grandes oleadas migratorias que recibió nuestro país a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, que hicieron de Buenos Aires “la de Sudamérica”, y motivadoras del proceso de identificación del argentino con el europeo”.
La titular del INADI señaló, sin embargo, que existió “otra idea fundacional, minoritaria pero persistente, que reivindicó los derechos de los pueblos originarios, gauchos, esclavos, mestizos y mujeres”.
“Fue la línea originalmente promovida por José Artigas en nuestras tierras, que fue excluída del pacto liberal-conservador que dio origen a la Constitución de 1853. Sin embargo, la reforma de la Constitución de 1994 sí incluyó a estos sectores que habían sido excluidos de la Convención Constituyente de 1853. Se reconocieron derechos a las mujeres, migrantes, niñeces, adultos mayores, personas con discapacidad, afrodescendientes, diversidad sexual, etc, a través de su reconocimiento expreso o de la incorporación de los tratados internacionales sobre derechos humanos”, destacó.