Emanuel Brítez es una de las dos incorporaciones junto a Nicolás Cordero -hasta que se resuelva definitivamente lo de Blandi- que ha tenido este plantel de Unión. Ya de arranque tuvo la posibilidad de jugar, cumplió y fue voz de mando en una defensa que empezó con línea de cinco y que rápidamente cambió a línea de cuatro cuando Portillo pasó a la mitad de la cancha. Es un jugador que no sólo representa mucho como tal, sino también por su sentido de pertenencia con la institución de la cuál surgió después de haber recorrido todo el trayecto de inferiores.
“Tenía muchas ganas de volver al club, tuve la posibilidad en el mercado anterior pero no dependía de mí mismo, soy jugador de una institución y debo acatar las reglas. En este mercado le manifesté a Defensa que quería venir a Unión. Al principio se hizo complicada la salida, pero le quiero agradecer a los dirigentes de Defensa, especialmente al presidente, que me dijo que quería hacerlo a préstamo porque me quieren en el plantel para el futuro. Y así se dio“, fue la primera reflexión que hizo el defensor rojiblanco.
En cuanto a qué lo sorprendió cuando llegó al club, dijo que “fue ver que se sigue construyendo la tribuna, eso me enorgullece como hincha y como jugador”
Luego, al ser consultado si siente presiones teniendo en cuenta que se trata de un jugador con fuerte representatividad por su histórica ligazón a la institución, dijo que “no vengo con ninguna mochila, no tengo presión, quiero hacer las cosas bien, lograr objetivos, sé que puedo ser una imagen para los chicos y eso me llena de orgullo y lo haré naturalmente. Lo que tenemos que hacer es pensar en River y a medida que pasen los partidos veremos para qué está Unión. Conozco mucho al club y le digo a mi familia y mis amigos que he vuelto en un buen nivel, hice las cosas bien en Defensa y por ahí puedo perder en lo económico, pero no es lo mismo volver a los 29 años que hacerlo a los 34 o 35. Firmé un contrato por 18 meses y no sé, cuando me vaya, si podré volver o no. Estoy en una edad madura, justa, no vengo veterano o cuando esté en la retirada“, señaló el defensor santafesino, dejando en claro que resignó dinero o la posibilidad de hacer alguna diferencia, para volver a Unión.
En cuanto al partido del domingo, dijo que “River es un equipo muy vertical, te puede romper cualquier esquema. Yo le dije al Vasco que puedo jugar en cualquier puesto de la defensa, manejo bien las dos piernas y le doy esa chance. La idea de él es mantenerme como central. Yo voy a jugar dónde me diga el entrenador. A mí me me gusta más de lateral, porque puedo pasar al ataque y estar cerca del arco rival, pero en Defensa lo hice de central por izquierda y me fue muy bien. Estoy para ayudar a chicos como Portillo, Calderón o Blasi, que tienen grandes condiciones“.
Respecto de su fuerte personalidad, que en algún momento durante su anterior paso por el club le jugó una mala pasada, dijo que “mientras jugué en Unión cometí muchísimos errores y con el tiempo dije “¡qué boludo lo que hice!. En los últimos clubes me fue muy bien. Hice un cambio muy grande. Puede ser que esté más maduro, más inteligente, no cambiaré la forma de jugar pero no haré las cosas que antes hacía y que me costaban muchos dolores de cabeza“.
En cuanto a los diálogos que tuvo con Azconzábal, explicó que “le dije que me ponga donde quiera, que yo puedo jugar en cualquier puesto de la defensa. No vengo a jugar porque me llamo Brítez, vengo a trabajar y a ganarme un lugar con buenos rendimientos. He aprendido mucho en este tiempo afuera del club y esto lo trato de llevar a la práctica para mí y para darle elementos a los más chicos“.
Sobre el potencial del plantel, dijo que “veo un plantel plagado de chicos de inferiores y eso me pone muy contento, imagino que se vienen haciendo las cosas bien. Todavía no tuve la oportunidad de charlar con Diego y con Tato Mosset, pero veo que se está trabajando bien. Nosotros, con Corvalán, García, Moyano y el Cuqui Márquez tenemos que apoyarlos, veo un plantel corto pero intenso“, concluyó.