El funeral del asesinado presidente de Haití Jovenel Moise se realizó en un clima de tensión y de disparos de gases lacrimógenos.
El funeral del asesinado presidente de Haití, Jovenel Moise, se realizó en la ciudad de Cabo Haitiano, en un clima de tensión con protestas y disparos en cercanías de la ceremonia en la que la primera dama denunció que su marido “fue abandonado y traicionado”.
En los instantes previos a que comenzara la ceremonia, la multitud comenzó a insultar al jefe de la Policía Nacional, Léon Charles, al grito de “asesino”, mientras que la Policía empleó gases lacrimógenos para dispersar las barricadas de neumáticos en llamas, situados en las inmediaciones.
La tensión escaló al poco tiempo de su inicio con una serie de disparos que se escucharon en las cercanías y que obligaron a las delegaciones de Estados Unidos y de la ONU a abandonar el lugar, según la enviada del portal estadounidense Miami Herald, en una información luego confirmada por la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.