El subjefe de la Policía de Santa Fe, Ariel Zancocchia, se presentó espontáneamente este mediodía en la oficina de la Agencia de Control Policial al tomar conocimiento de una serie de allanamientos a talleres mecánicos y casas particulares presuntamente de varios policías.
La investigación es por la presunta venta irregular de autopartes de patrulleros policiales y malversación de fondos destinados a la reparación de esos móviles.
Zancocchia en principio no quedó detenido. Asumió en el cambio de autoridades de septiembre de 2020, lo investigan los fiscales Schiappa Pietra y Edery, de Delitos Complejos de Rosario, por presunto vínculo con venta de autopartes de la fuerza.
Zancocchia era inspector de zona cuando ocurrió el recordado caso de la desaparición y muerte de Franco Casco en la comisaría 7° de Rosario. Fue desvinculado en 2019 por la Justicia Federal de esa causa.
El número dos en la conducción de la policía provincial fue a Asuntos Internos luego de enterarse de que la Agencia de Control Policial realizaba una cantidad allanamientos , 19 en total, en distintos puntos de Rosario. Los lugares allanados incluyen talleres mecánicos y también domicilios particulares, entre ellos presuntamente el de varios policías.
El personal de la Agencia de Control Policial observó irregularidades manifiestas en los automotores que se encontraban dentro del predio de las instalaciones de “La Base Comando, Rampa Norte”, denominado comúnmente “Taller Tarragona” perteneciente a la Sección Comando Radioeléctrico de Rosario, en Tarragona 790 bis. En ese lugar se detalla un notable descuido de los vehículos allí depositados, falta de conservación y control de autopartes, contradicciones en el registro de los estados de los móviles.
También detectaron móviles desguazados con piezas de los mismos a la intemperie, hallándose en el taller vehículos que no pertenecían al Comando Radioeléctrico sino a otras dependencias policiales y vehículos pertenecientes a particulares.