“Un chico muy humilde, medio tímido, muy buena persona de chiquito”, lo describió la mujer que compartió inolvidables momentos con la figura en el “Maracanazo argentino” y desea tener un nuevo encuentro.
Ángel Di María se convirtió en la gran figura del “Maracanazo argentino” con su gol en la final de la Copa América para ganarle a Brasil y por fin ser campeón tras 28 años. Mucho antes de este momento inolvidable, antes de imaginar si quiera un 5 por ciento de la carrera que tuvo, un pequeño Angelito de apenas 11 o 12 años, visitaba Sunchales, para disputar torneos con la categoría 88 de Central.
La familia que lo alojó durante los dos años que el equipo canalla participó de la Fiesta Nacional de Fútbol de Sunchales, atesora momentos imborrables, anécdotas que les calan en lo más profundo del corazón y hasta una camperita del club que les dejó Angelito, o más bien simplemente el “Flaco” como lo conocían en aquel entonces. Gabriela López, la mujer que lo recibió en su casa junto a otros de los compañeros de la categoría, admitió que “sería un sueño” volver a verlo.
“Un chico muy humilde, medio tímido, muy buena persona de chiquito”, fue como describió a Fideo en diálogo con El Puente de Radio Mitre Rosario y agregó: “Tenía en ese tiempo a mi hijo y a mi hermano que jugaban al fútbol. Él cuando vino, yo vivía en la casa de mi papá y teníamos una pieza atrás donde yo lo alojaba a él y a otros compañeritos de Central”.
La comunicación se pierdo allá a lo lejos en el tiempo y más de 20 años después, buscan tener un nuevo encuentro con la estrella del Paris Saint-Germain. “Después que vino el segundo año, ya no tuvimos más contacto con él porque la tecnología de antes no era como la de ahora. Después cuando se empezó a hacer famoso, nos dimos cuenta que era él porque no cambió nunca, siempre fue igual. Tenemos una camperita que nos dejó y se llevó una camiseta de arquero nuestra. Es muy lindo recuerdo, todo es muy emocionante”.
“Siempre fue nuestro ‘Flaco’, no era Ángel ni Fideo, era nuestro ‘Flaco’”, contó Gabriela sobre como lo conocían a Di María, mucho tiempo antes que se convirtiera en una figura internacional. “Le mandamos mensajes por Instragram pero se ve que no llegaban, a los padres los conocí, porque en ese momento los padres paraban en carpa en el camping. Conocí a su papá, a su mamá, a su hermana”, dijo sobre las formas en las que trataron de contactarlo y admitió que “sería un sueño” reencontrarse con el jugador.
Acerca del gol de Angelito en el Maracaná para darle el título a Argentina y lo que sintieron en ese momento, comentó: “Fue lo mejor, porque sabía que él siempre tenía algo bueno para dar, siempre. Estamos muy feliz por él y por todo esto que está pasando”.
Por último, recordó qué era lo que más le gustaba hacer a ese “Flaco” ni bien pisaba Sunchales. “Ellos llegaban y lo primero que hacían era agarrar la bicicleta para dar vueltas, iban para todos lados. Lo que vos le dabas estaban conformes, las milanesas con las papas fritas, el tallarín con salsa, muy buenos chicos”, dijo Gabriela y reiteró: “Él lo único que quería hacer era agarrar la bicicleta para dar vueltas. Yo le decía ‘la bicicleta no porque te puede pasar algo’. Y él andaba toda la cuadra en bicicleta, no era como allá, acá era a campo libre. Y agarraba la pelota, ya se notaba que iba a ser un gran jugador porque era rapidísimo”.
Fuente Rosarionuestro