El Vaticano anunció hace 48 horas la expulsión definitiva y perpetua del estado clerical de Néstor Fabián Monzón al concluir todas las instancias de apelación, en relación a un caso de abuso a dos menores, en la parroquia María Madre de Dios de la cabecera del departamento General Obligado, por lo que el hombre fue condenado por la justicia ordinaria a 16 años de prisión.
El obispo de Reconquista Ángel José Macín fue quien comunicó a las familias de las víctimas a través de una carta la novedad. Luego fueron los padres de los niños abusados quienes la hicieron pública.
En la nota el Obispo de Reconquista explica que a Monzón se le ha impuesto la dimisión del estado clerical tras haber sido hallado culpable del delitum contra sectum cum minore, después de un atento estudio del caso, en particular del recurso presentado por el clérigo.
Luego de haber recorrido todas las instancias previstas por el derecho en las causas llamadas de “delictiva graviora”, el Proceso Administrativo Penal, llevado a cabo en la diócesis contra Néstor Fabián Monzón, ha llegado a su finalización.
Según detalla la nota enviada por la Santa Sede, la pena expiatoria perpetua de Ia expulsión del estado clerical, impuesta a la persona del Sr. Monzón conlleva:
La pérdida de todos los derechos que emanan de la condición de clérigo.
Se le prohíbe al Sr. Monzón, ejercer el ministerio sacerdotal y todas las acciones que derivan de la potestad de orden, quedando privado de todos los oficios, funciones y de cualquier potestad delegada que hubiera recibido.
La denuncia que inició las actuaciones tanto en la justicia ordinaria como en la canónica, fue radicada el 23 de diciembre de 2015 por la madre de la niña, que pertenece a una familia cercana a la parroquia donde se desempeñaba Monzón y que solía colaborar allí. La víctima, que entonces tenía 3 años, prima del niño involucrado en la denuncia de poco más de un año en aquel momento, contó los abusos del cura en Cámara Gesell. Voceros del caso señalaron que siempre mantuvo sus dichos y que fueron coherentes. Los familiares del niño, que por consejo del equipo de psicólogos del Poder Judicial no fue sometido a la Cámara Gesell, realizaron la denuncia algunos meses después.
Al momento de los hechos Monzón era párroco en María Madre de Dios y vicepresidente de Cáritas Reconquista, entre otros cargos y responsabilidades.
El cura fue suspendido en el ejercicio del sacerdocio y sometido a un proceso canónico por parte de la Iglesia Católica, que ya en 2016 lo había suspendido de todos los cargos y oficios que desempeñaba y ahora se conoció que decidió su expulsión definitiva en virtud de las graves acusaciones que pesaban en su contra.