Un estudio plantea si los medicamentos antiinflamatorios para el cáncer pueden ayudar con los síntomas de la depresión. Las conclusiones podrían facilitar los tratamientos de salud mental.
Una investigación del King’s College de Londres encontró nuevas pruebas de un vínculo entre la inflamación sistémica de bajo grado y la depresión. El estudio a gran escala analizó los datos de 86,000 personas del Biobanco del Reino Unido, que tiene información genética y de salud de alrededor de medio millón de personas.
Los hallazgos, publicados en la revista American Journal of Psychiatry, podrían ayudar a allanar el camino para nuevos tratamientos dirigidos a los trastornos de salud mental.
Los investigadores informaron que los niveles de PCR fueron consistentemente más altos en sujetos deprimidos en comparación con los sujetos no deprimidos. Después de ajustar otros factores clínicos y de comportamiento, los investigadores todavía detectaron un vínculo entre este biomarcador inflamatorio y la depresión.
Casi un tercio (31%) de los participantes en el estudio fueron clasificados con trastorno depresivo mayor. “Nuestro análisis a gran escala de los datos eliminó el fondo socioeconómico, la mala salud, los hábitos poco saludables, así como la predisposición genética a la disfunción inmune como las únicas explicaciones para la relación entre la depresión y la inflamación”, explica Carmine Pariante, coautor principal del nuevo estudio.
“Por este proceso de eliminación, mostramos que puede haber un proceso biológico central que está detrás de la asociación entre la depresión y la inflamación creciente. Si podemos identificar este proceso y descubrir más detalles sobre su papel en el desarrollo de la depresión, podemos allanar el camino para probar nuevos tratamientos para este trastorno de salud mental generalizado”, agregó.
Sobre la inflamación
La inflamación es una respuesta biológica, que activa el sistema inmunológico para ayudar al cuerpo a combatir las cosas que lo dañan, como infecciones, lesiones y toxinas. Pero también puede desempeñar un papel clave en la regulación del comportamiento y cambiar el cerebro al “modo de enfermedad”.
Si bien los autores de esta nueva investigación se sienten seguros de que sus conclusiones apuntan a algún tipo de asociación causal aún por explicar entre la inflamación y la depresión, no todos están convencidos. David Curtis, del University College de Londres, dice que estos nuevos hallazgos no son nuevos y que ya se sabía que las medidas de inflamación pueden estar asociadas con la depresión.
El doctor Sameer Jauhar, Psiquiatra Consultor Honorario e Investigador del Instituto de Psicología Psiquiátrica y Neurociencia del King’s College de Londres (IoPPN), declaró: “El papel del sistema inmunológico en el desarrollo de la depresión ha sido un tema candente dentro del campo de la depresión en los últimos años. Algunas pruebas sugieren un papel en la depresión que no ha respondido adecuadamente a los tratamientos convencionales (depresión resistente al tratamiento), la depresión en personas que pueden tener marcadores aumentados de inflamación y en la depresión en general. Esto plantea la cuestión de si, como se ve en otras áreas de la medicina, por ejemplo, los medicamentos antiinflamatorios para el cáncer pueden ayudar con los síntomas de la depresión”.
Fuente: TN/Con Bienestar
