En septiembre del año pasado Fede Ledezma fue diagnosticado con neuroblastoma de grado cuatro, en el riñón izquierdo en el Hospital de Niños Santísima Trinidad de Córdoba. Luego de haberse realizado radioterapia, quimioterapia y autotrasplante de médula ósea el cáncer reapareció en varias partes de su cuerpo y su única posibilidad de seguir viviendo está en Barcelona.
Con la ayuda de Santi Maratea y millones de personas se juntaron los 40 millones de pesos que la familia necesitaba para pagar el tratamiento de inmunoterapia que no se realiza en nuestro país pero sí en aquella ciudad de España. Además, gracias a la Fundación Solidaire que puso a disposición el avión privado de Enrique Piñeyro el pequeño fue traslado desde Córdoba hacia Europa sin escalas y la cruzada solidaria sigue su rumbo con éxito.
Este jueves a la mañana, luego de superar varios obstáculos el día anterior, el Boeing 787 aterrizó en suelo de la capital catalana. Federico, su mamá, su papá y sus dos hermanos bajaron de la aeronave en compañía de un médico emergentólogo y varios enfermeros y enfermeras, la tripulación y hasta el propio Enrique Piñeyro.
Después de muchos trámites, papeles, firmas, documentos, permisos y pasaportes Fede está a un paso más cerca de recibir su tratamiento, a un paso más cerca de cumplir un sueño colectivo.