Alejandro Salaverry está acusado de asesinar a un policía y del intento de homicidio de un vecino.
Efectivos policiales disfrazados de enfermeros y otros camuflados entre las personas que hacían cola para ser vacunados configuraron una escenografía propia de una película o serie de acción en torno del Museo MAR de Mar del Plata, habilitado para las inoculaciones.
Esperaban sorprender a un sujeto llamado Alejandro Javier Salaverry Gabarian, quien tenía horario asignado a las 11, sobre quien pesaba pedido de captura desde hace tres años por tentativa de homicidio a un vecino en la localidad bonaerense de Morón, al que había atacado con un machete.
En 2018, golpeó y le produjo cortes en la cabeza, hecho por el cual fue imputado en una causa por tentativa de homicidio y lesiones.
Pero, además, traía como antecedente haber matado a un cabo de la DDI de Mar del Plata en 2003, lo condenaron en ausencia y, como no lo encontraron, el cumplimiento de prisión prescribió.
La víctima del homicidio fue el cabo primero Cristian Agusti, efectivo de la DDI local, e igual, pese a los códigos que existen en las fuerzas del orden respecto de la implacabilidad hacia los que matan a un camarada, consiguió darse a la fuga para recién reaparecer cuando consumó otro delito.
El virus de la delación
La Dirección Departamental de Investigaciones logró dar finalmente con su paradero gracias al hecho fortuito de que quedó registrado por haberse anotado voluntariamente para recibir la vacuna y sólo así pudo ser detenido, en el marco de una causa por tentativa de homicidio y lesiones que tramita la Justicia de Morón.
El operativo cerrojo montado dentro y fuera del edificio en la zona de La Perla dio esta vez resultado.
Lo dejaron vacunarse y lo arrestaron.