La campeona de los Juegos Olímpicos 2016 perdió por waza-ari con la portuguesa Catarina Costa en el repechaje por el bronce y cerró su última actuación olímpica.
No importa que no haya una medalla colgada en su cuello cuando se termine la segunda jornada de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Paula Pareto es una leyenda del deporte argentino más allá de los resultados. Y también lo es en el tatami, donde la campeona olímpica en Río 2016 se lleva abrazos y reconocimiento pese a la derrota en el repechaje.
La portuguesa Catarina Costa le ganó por Waza-Ari un combate cerrado y la privó de la lucha por la medalla de bronce. Su rival la reconoció con un fuerte abrazo, al que la siguieron tantos otros. Primero, con su entrenadora, Laura Martinel, y luego, con su sparring, Camila Marcellet. Entonces, sí, la invadieron las lágrimas.
“Creo que la tristeza es parte de tantas alegrías. Una chica divina contra la que luché, se merece que le vaya muy bien también”, fueron las primeras palabras de Pareto en TyC Sports.
“La verdad que no me veía compitiendo en estos Juegos. Pero fui fiel a mis principios de darlo todo. Ahora sí me esperan varias visitas médicas a la vuelta. Estoy convencida de que dejé todo. A nadie le gusta perder, ya lo analizaremos en frío y veremos que no es tan malo. Un diploma olímpico no es para despreciar. Objetivamente, está bien. Subjetivamente, la lágrima va a salir”, profundizó.