La sandía es, junto al melón, una de las frutas del verano por excelencia. La podemos consumir en trozos, en zumos, e incluso en formato helado, pero poco se habla del uso culinario que tiene su piel o cáscara.
Y es que de la sandía no sólo es la pulpa lo que se come, sino también la corteza, de la que se pueden sacar platos de lo más variopintos y suculentos, como piel de sandía en vinagre, confitura de piel de sandía, o, curry de sandía, entre otros.
Este último plato en la India es bastante popular y consiste en cortar la piel de la sandía en cuadrados más o menos grandes y cocinarlos como si fueran verduras en una sartén con aceite y muchas especias.
En las imágenes una joven de 27 años, Chaheti Bansal, residente en San Francisco (Estados Unidos), cocina un plato salteado de corteza de sandía conocido como Tarbooz ki Sabzi, cuya receta familiar se la dio su madre, que era de Jaipur (India).
La receta es un combinado de picantes y otras especias que se acompaña con arroz. La corteza de la sandía proporciona un complemento sutilmente dulce y fresco y, gracias a un tiempo de cocción relativamente rápido, es capaz de ablandarse y absorber muchos sabores.