La selección de vóleibol venció al campeón defensor y finalista de los últimos cuatro Juegos Olímpicos. Una gesta para todos los tiempos.
La Selección argentina de vóley hizo historia de la grande en los Juegos Olímpicos: le ganó a Brasil, el defensor del oro y finalista de las últimas cuatro ediciones, y se colgó la medalla de bronce en Tokio 2020, un bronce que ya reluce junto al de Seúl 1988 entre las gestas más importantes del deporte argentino. Fue 3-2 después de ir 1-2, con parciales de 25-23, 20-25, 20-25, 25-17 y 15-13.
Argentina comenzó muy metido y eso se notó en el aporte de gran parte del equipo, que mostró variedad de recursos y en especial un gran bloqueo para frenar el temible ataque brasileño e incluso ganar puntos por esa vía. Eso le permitió en el arranque maquillar un flojo comienzo de Facundo Conte, que apenas metió 1/6 de ataque en el comienzo.
Conforme transcurrió el set y pese a algunos errores en el servicio, El Heredero se recuperó (en sus siguientes 7 ataques consiguió 6 puntos) y le permitió a Argentina seguir adelante durante el parcial. La ventaja llegó a ser de 4 puntos (17-13) y aunque Brasil supo recortar a uno (19-18) el equipo no se desesperó, signo de madurez que acompañó durante este recorrido.