Autoridades del país suramericano indicaron que la ex presidenta “intentó generarse” a sí misma la lesión y se encuentra “estable”. La ex mandataria está con prisión preventiva desde el último marzo acusada de “sedición y terrorismo”.
La ex presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, intentó generarse una “autolesión” en uno de sus brazos en la cárcel donde está alojada, pero su estado de salud es “estable” y solamente “tiene unos pequeños rasguños”, indicó este sábado el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo.
“Lamento informar que la señora Añez habría pretendido generarse una autolesión en horas de la madrugada del día de hoy, sin embargo manifestamos que su salud es completamente estable. Tiene unos pequeños rasguños en uno de sus brazos, sin embargo no hay nada de qué preocuparse”, expresó el funcionario en una conferencia de prensa citada por medios locales.
“Se han hecho las consultas correspondientes a la señora Jeanine Áñez. Ella manifiesta desconocer cuáles fueron los móviles por los cuales habría intentado generarse algún tipo de lesión, sin embargo, son lesiones superficiales que no han generado ningún tipo de herida considerable”, añadió Del Castillo, citado por la Agencia Bolivia de Información.
Asimismo, manifestó que personal médico de Régimen Penitenciario determinará si la Áñez requerirá una evaluación psicológica.
La ex mandataria de facto está bajo prisión preventiva en el penal de Miraflores desde su detención, el 13 de marzo de este año, acusada en un principio de “sedición y terrorismo”.
La Fiscalía General de Bolivia presentó ayer una acusación formal contra la Áñez “por hechos calificados provisoriamente como genocidio, lesiones graves y lesión seguida de muerte”, por las masacres de Senkata y Sacaba, ocurridas luego del golpe de Estado contra Evo Morales en noviembre de 2019.
El martes, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) confirmó las “masacres” de civiles en Bolivia, al presentar su informe final sobre lo ocurrido en Senkata y Sacaba, donde 37 manifestantes murieron reprimidos por las fuerzas de seguridad.
Estos hechos ocurrieron luego de la renuncia del expresidente Morales ante una “sugerencia” de jefe de las Fuerzas Armadas, tras 21 días de protestas callejeras, de un amotinamiento policial y en medio de denuncias de irregularidades en el recuento de las elecciones presidenciales del mes anterior, que había dado ganador al mandatario, en el poder desde 2006.
Áñez, entonces vicepresidenta segunda del Senado, asumió la Presidencia dos días después en una polémica sesión sin quórum debido al boicot del partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS).
En diciembre de 2019, la OEA emitió un informe final sobre los comicios del 20 de octubre en el que denunció tácticas “deliberadas” y “maliciosas” para inclinar las elecciones hacia Morales pero dos análisis independientes separados rechazaron las afirmaciones y desestimaron el análisis estadístico sobre el que se basaban.