Constituyen una técnica respiratoria y postural global que reeduca el comportamiento involuntario y coordinado entre el diafragma torácico, la faja abdominal y el suelo pélvico.
El virus del COVID-19 produce trastornos en el sistema respiratorio y circulatorio, genera dolor muscular y provoca estrés. Para recomponer estos aspectos, hay un método de entrenamiento basado en ejercicios hipopresivos que produce mejoras del bienestar físico y emocional. El aporte de esta técnica es fundamental, ya que potencia la movilidad del tórax favoreciendo la ventilación pulmonar.
“Se trata de un sistema de entrenamiento que tiene en cuenta estirar el diafragma, previa puesta en tensión de todas las cadenas musculares. Los ejercicios hipopresivos son una técnica respiratoria y postural global, que reeduca el comportamiento involuntario y coordinado entre el diafragma torácico, la faja abdominal y el suelo pélvico”, detalla a Con Bienestar Mariel Bobek, instructora certificada en ejercicios hipopresivos.
Aumentar el volumen respiratorio es vital, y se logra mediante el estiramiento específico del diafragma y el fortalecimiento de los músculos que expanden la caja torácica; Se denomina aspiración diafragmática.
El efecto de succión que provoca, estimula el sistema circulatorio ayudando al retorno venoso y linfático, al tiempo que genera masaje visceral. Al cabo de tres ciclos de respiración costal, se abren las costillas en apnea espiratoria (sin inhalar nuevamente).
El entrenamiento de las apneas mejora el transporte de oxígeno arterial; aumenta la adaptación a la fatiga propiciando la autorregulación física para mantener las propiedades internas del organismo.
“Durante la práctica, se respira a un ritmo lento y pausado, en el cual la exhalación es el doble de tiempo que la inhalación. Como consecuencia, se estimula el sistema nervioso parasimpático a nivel neurovegetativo, cuya función es devolver la calma, el estado de reposo, la regeneración celular, relajar la musculatura profunda y liberar los procesos circulatorios de los órganos internos, disminuyendo así los síntomas de estrés”, explica Bobek.
El dolor muscular se reduce estabilizando y flexibilizando la espalda, como resultado de ejecutar posturas y movimientos de autoelongación sostenida en secuencias de 20-25 minutos.
Más ventajas
Los ejercicios de reeducación postural estiran los músculos que tienden a la rigidez, y tonifican aquellos que tienden al debilitamiento, logrando el mínimo grado de tensión necesario para estabilizar y movilizar nuestro cuerpo.
La aspiración diafragmática, también conocida como vacuum abdominal, provoca la activación refleja de la musculatura abdominal profunda que actúa como faja de contención de los órganos internos y sostén de la columna.
En conclusión, el entrenamiento muscular respiratorio proporciona grandes beneficios: disminución de la frecuencia cardíaca en esfuerzo, reducción del máximo esfuerzo respiratorio para cada respiración, respiración más profunda y mayor recuperación post-esfuerzo. Es fundamental que los ejercicios sean realizados bajo la supervisión y guía de un trainer idóneo, certificado.
“Se beneficiarán las personas sanas, pero también los deportistas que mejorarán su rendimiento. Incluso, es bueno para personas con cansancio crónico, trasplante de corazón, pulmones, bronquitis, distrofias musculares, fibrosis, apnea del sueño, asma, ronquidos y enfisema”, enumera la instructora y sugiere que medir los cambios que provoca la sesión es la mejor fundamentación e incentivo que podemos tener para lograr constancia.
Fuente: TN/Con Bienestar