El equipo de Pochettino, sin Messi, disfrutó de una definición sublime de Fideo para ganarle 4-2 a Brest.
Ángel Di María no jugaba desde el 10 de julio. Ese día, en el Maracaná, metió el gol para que la Selección Argentina le ganara 1-0 a Brasil y se coronara, por fin, campeón de la mano de Lionel Messi para cortar 28 años de decepciones. Aquella noche, en uno de los templos sagrados del fútbol mundial, Fideo metió un gol de emboquillada que se hará imposible de olvidar.
Muchas cosas cambiaron en estos 40 días. No sólo porque Di María tuvo unas merecidas vacaciones y recién volvió a jugar este viernes para Paris Saint-Germain, por la tercera fecha de la Ligue 1.
También porque ahora Di María tiene como compañero a Lionel Messi, que sorprendentemente dejó Barcelona para sumarse a las filas del bólido con capitales cataríes, que también incorporó a Sergio Ramos, Georginio Wijnaldum, Achraf Hakimi y Gianluigi Donnarumma para terminar de conformar ese Dream Team que ya contaba, entre otros, con Neymar y Kylian Mbappé.