Muchos son los padres y madres que se oponen a los juguetes bélicos. ¿Pueden generar violencia o es un mito?
El Día de las Infancias 2021 pone otra vez en primer plano qué tipo de regalos se eligen para niños y niñas y reaviva el debate sobre la oposición entre el deseo de padres y madres y el de los verdaderos protagonistas, los chicos y chicas.
¿Qué hay de las armas, los tanques, los soldaditos y demás juguetes bélicos? Muchos son los adultos que no permiten que sus hijos e hijas opten por este tipo de juegos, pero aunque estos objetos no ingresen al hogar, de repente un palo se convierte en espada o dos dedos forman una pistola.
En Argentina ya no se producen juguetes de este tipo. “En el país no se fabrican réplicas de armas de fuego porque están prohibidas por diferentes disposiciones provinciales con el objetivo de desincentivar el uso de este tipo de juguetes y, por lo tanto, no fomentar la violencia”, dijo a Clarín Emmanuel Poletto, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete.
El titular de la CAIJ añadió que “los juguetes bélicos que se encuentran en el mercado son importados y son de muy mala calidad. Algunos de ellos no pasan los ensayos de seguridad”.
El juego de lucha, una actividad natural
“La violencia y la agresividad son componentes presentes en el ser humano. El problema no radica en su existencia, sino en el uso que hacemos de ellas. Lo esencial del juego es que es un ‘como si’”, aclaró Ivana Raschkovan, psicóloga e investigadora especializada en crianza y vínculos tempranos (en Instagram, @ivanaraschkovan).
“Es natural y esperable que nos pidan juguetes bélicos. ¿Eso quiere decir que debemos comprárselos? No necesariamente. Los niños y las niñas saben fabricar sus juguetes y se las ingeniarán con lo que tengan a mano. Mientras que el niño o la niña tenga claro que se trata de un juego, que juegue a la lucha o a la guerra no lo hará más violento. Más bien diría que es todo lo contrario”, añadió.