La Unión industrial planteó la polémica, con la propuesta de no pagar salarios a quienes ni vuelvan a la presencialidad por no haberse colocado las vacunas contra Covid-19. Qué sucede en otros países, qué opinan desde el gobierno y dónde ya se aplica en Argentina.
La UIA planteó este martes que, a partir del avance de la vacunación contra el coronavirus, las empresas podrán considerar eliminar la dispensa a los trabajadores que decidan no inocularse y, ante la imposibilidad de incorporarlos al ámbito laboral, evaluar cesar la remuneración.
Si bien se aclaró que desde la institución no se afirma que se tiene que despedir al trabajador sino que cada empresa sabrá qué hacer en la práctica y los riesgos que asume”.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA había dicho que “aún con la norma muy clara a nadie se le puede ocurrir que alguien pueda ganar un salario sin trabajar”.
El miércoles el Gobierno respondió al planteo de los industriales rechazando que vaya a avanzar en la definición de una nueva normativa que habilite a las empresas a recortar salarios a sus empleados o a impedir su ingreso a los lugares de trabajo si no están vacunados. Además, ratificó la vigencia de la resolución conjunta de los ministerios de Trabajo y Salud de abril pasado que sólo dispone que los trabajadores inoculados pueden ser convocados por sus empleadores a cumplir tareas presenciales, pero sin la posibilidad de aplicar sanciones para quienes incumplan con esa convocatoria.
La posición oficial fue transmitida por fuentes de la cartera laboral que conduce Claudio Moroni, quienes indicaron que “la postura por ahora es la resolución vigente y ningún otra” en referencia a la posibilidad de un nuevo ordenamiento normativo sobre el retorno de los trabajadores a oficinas e industrias.
Pero, ¡cuál es el nivel de ausentismo que genera esta dispensa que aún está vigente?
En un año y medio de pandemia, el ausentismo en industrias santafesinas llega al 15%, según informó la Unión Industrial de Santa Fe, por lo que desde la entidad, no lo consideran un problema grave para el sector. En Buenos Aires el ausentismo es del 30%.
En la ciudad de Córdoba alrededor de 200 empleados de la Municipalidad serán emplazados para que presenten el certificado de vacunación o la constancia de inscripción, bajo el apercibimiento de perder los beneficios de la dispensa por pertenecer a los grupos de riesgo Covid-19.
En tanto, desde el gobierno de la Provincia de Córdoba aseguran que no es “relevante” la cantidad de casos de empleados dispensados que hayan rechazado la convocatoria al trabajo.
En Italia por ejemplo, exigirán a los docentes el “Green Pass” para el regreso al trabajo en las aulas, con el comienzo del ciclo lectivo en septiembre próximo. Para obtener el pasaporte sanitario, es necesario tener colocadas dos dosis de las vacunas contra Covid, lo que tiene vigencia por 9 meses. Poseer un test negativo, con vigencia por 48 horas o haber tenido Covid, lo que le otorga inmunidad por 30 días. Quienes no posean ese pase, serán destinados a tareas sin contacto con alumnos y otros docentes.
En Alemania, Angela Merkel anunció que los test dejarán de ser gratuitos para las personas que no estén vacunadas, con el fin de incentivar la inoculación.
En nuestro país, la polémica está abierta, en medio de una campaña electoral, con elecciones de medio término y de cara a las elecciones primarias que se celebrarán el mes próximo y las generales del mes de Noviembre, con lo cual, todo lo dicho y escrito, puede cambiar.