Aumenta la preocupación en el sector por el descenso de las reservas de agua; se necesitan precipitaciones en los próximos días.
Las precipitaciones durante junio y julio no fueron las esperadas y de a poco el trigo siente la falta de agua. Comenzó agosto y la preocupación por el descenso de las reservas de agua en trigo aumenta.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron que ya se ven los primeros lotes en condición regular. “Son 50 mil ha ubicadas en el centro-sur santafesino que necesitan lluvias en los próximos días para no seguir bajando la condición”, destacó el informe de la Guía Estratégica para el Agro.
A pesar de este contexto, el 42% del trigo se clasifica en muy buenas condiciones y el 55%, en buenas. Sin embargo, en comparación con lo que sucedía un año atrás, el 2021 sigue siendo favorable.
Las lluvias hasta el momento tuvieron un comportamiento por debajo de lo esperado. “Las lluvias de la primera mitad de este invierno están muy por debajo de los acumulados medios históricos de los últimos treinta años, tal como pasó en el 2020.
Reservas para el trigo
“El centro-sur santafesino y el departamento Unión en Córdoba muestran la mayor pérdida de humedad. En Carlos Pellegrini, los primeros lotes sembrados están agotando la poca humedad que queda en los primeros niveles del suelo”, informaron desde GEA.
En este sentido, los técnicos sostuvieron que debería llover en la semana próxima para no perder macollos ni condición del cultivo. Por otra parte, en Cañada de Gómez los macollos están amenazados si no llueve dentro de los próximos 10 días.
La situación se puede volver compleja. Sin embargo, en Cañada Rosquín, la humedad de suelo permite llegar al 20 de agosto sin inconvenientes.
“A partir de esa fecha, con temperaturas más altas y con un cultivo más demandante de agua, comenzarán los problemas”, informó la BCR. En estos momentos, se necesitan de 10 a 20 mm que regularicen el crecimiento de los lotes más flojos.
En el caso del sur provincial y en el noreste bonaerense, si bien las reservas son buenas y el trigo está macollando sin limitantes, se necesitarían lluvias de 15 mm para mantener las buenas perspectivas de rinde. “La lluvia en julio de 10 mm cargó la superficie del suelo”, destacaron.
Hacia finales de agosto o principios de septiembre se necesitaría una buena recarga, aseguran los técnicos. “Hacia el oeste la necesidad de precipitaciones va en aumento: se necesitan de 80 a 100 mm para alcanzar niveles óptimos de humedad”, definieron.