El presidente de Brasil arribó a su país este miércoles, luego de participar en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde tuvo que comer pizza en la vereda de un restaurante por no estar vacunado.
Jair Bolsonaro llegó a Nueva York como el único presidente del mundo en asistir a la Asamblea General de la ONU sin estar vacunado contra el cororonavirus. No lo dejaron entrar a un restaurante por ello, entonces, comió pizza en la calle. Para colmo, su ministro de Salud dio positivo de covid y ahora Anvisa pidió que toda la comitiva haga cuarentena al regresar.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llegó este miércoles por la mañana a su país y no le gustó nada saber que Anvisa exigió una cuarentena a la delegación brasileña que viajó a Nueva York.
La decisión llegó luego de confirmar que el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, estaba contagiado con covid-19. El presidente enfureció cuando se le informó de la necesidad de estar aislado durante dos semanas.
En la madrugada de este miércoles, Anvisa envió un oficio a la Casa Civil de la Presidencia recomendando que el mandatario y demás ministros permanezcan aislados.
“¿Qué van a hacer? ¿Arrestarme?”, expresa el diario Centro do Mundo que dijo el presidente. La sentencia fue pronunciada por un interlocutor al DCM bajo condición de anonimato. Según él, Bolsonaro no creyó, en un principio, que Anvisa le prohibiría irse. “¿Creen que soy argentino?”, preguntó.
La cita hace referencia al hecho de que Anvisa invadió el partido entre Brasil y Argentina para sacar a los jugadores que no cumplieron con la cuarentena. Para Bolsonaro, la orientación de Anvisa habría sido una especie de desafío al estilo del presidente.
“No pueden obstaculizar mi libre albedrío”, insistió Bolsonaro, cada vez más enojado. Mientras estaba en Nueva York, decidió que no cumpliría con la cuarentena.
La decisión se basó en lo que suele decirle a su electorado. “La libertad es lo más importante”. Según los informes, les dijo a los miembros de la comisión que no podía admitir que Anvisa había bloqueado su libertad. Y, en opinión de Bolsonaro, sin motivo alguno.
